Con la ayuda de sus seguidores, Flopa Lestani y Ariel Minimal editaron su nuevo trabajo en conjunto, La Piedra en el Aire.
Por Gabriel Feldman
La piedra en el aire, ante todo, contiene las nuevas canciones de Flopa Lestani y Ariel Minimal, dos terceras partes de ese trinomio que grabó uno de los discos más hermosos del rock nacional, homónimamente llamado Flopa-Manza-Minimal. Pero también es la demostración de que las cosas se pueden hacer de otra manera si uno en verdad quiere hacerlas.
El pasado invierno recibimos con alegría Reducción de daños, un EP con cuatro canciones que decidieron compartir gratuitamente en Internet. En febrero de este año se embarcaron en una propuesta ambiciosa: “…pensamos en la manera de que puedas colaborar con nosotros de manera directa sin intermediarios y con un fin específico. Tenemos un disco terminado, se llama La piedra en el aire y necesitamos de tu apoyo para editarlo…”. Basicamente necesitaban que cien personas aporten $100 cada una para pagar la fabricación del disco. A su vez, los “productores del corazón” tendrían el lujo de asistir a un concierto exclusivo y recibir el disco antes de su salida a la venta.
En un ambiente cálido e íntimo, entre ensambles acústicos y armonías vocales, Flopa y Minimal cantan sus verdades. “Caminando voy/ los que quieran me acompañan/ Igual no hay nada mejor para hacer hoy…” dicen en “Todo lo que ya no sirve”. Una suerte de definición de esta nueva incursión. Como en la mejor tradición de finales de los sesenta, la guitarra y la voz al frente, cuando la canción se convierte en eso que se tiene adentro y no hay otra forma de expresarlo. Algo de lo que Crosby, Stills & Nash han hecho escuela.La honestidad no como un cliché o una etiqueta espantosa, sino como la única manera de hacer las cosas. A la hora de poner manos a la obra la consigna es no guardarse nada. Éste es el momento, bien lo saben. “No me puedo imaginar/ calladito y sin chistar/ Yo no, yo no”, asegura Flopa en “Este Oeste”.
El paisaje campestre que se respira en las canciones es pintado a sol y sombra junto con la armónica de Checho Marcos en “Cosecha de Amor”. Álbum otoñal; de tarde algo soleada con un viento que ya empieza a marcar la llegada del invierno. La panzada de simpleza folk se engrandece con arreglos minuciosos, ya sea en los juegos vocales propuestos; el controlado solo de Minimal en “Las Momias”; o las notas de piano y las pinceladas eléctricas con que se alimenta “La maquina de hacer todo mal”.
Son trece escudos con los que salen a hacerle frente al mundo. Podrán caer algunas piedras, cuando no: el pasado que vuelve, promesas incumplidas, el desamor, el olvido. Pero, sin saber que hay afuera esperando, Flopa y Minimal hacen lo que mejor saben hacer: guitarra en mano y voz en alto, fuego contra fuego, canciones contra cascotes./∆z
AZ Recomienda: “Atolondrón”, “La máquina de hacer todo mal”, “Feriado”, “¡Así se trabaja!”
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