American Football: emoción frente a la desazón
Por Gerónimo Kener /// Fotos: Carlos Riobueno - @Charlieriobueno

La banda, emblema de la movida midwest emo de los años 90, llegó al país para dar un show en medio de un contexto intenso y convulsionado ante las recientes elecciones presidenciales con todo su math rock climático y experimental.


Las cosas inesperadas suceden. Hace unos meses, se anunció la visita de American Football a Brasil. Automáticamente, desde las redes sociales se insistió por su llegada a Argentina. Finalmente, ocurrió. Luego de las elecciones presidenciales, el panorama urbano se vio enrarecido, dividido en dos. En el mismo escenario que Sergio Massa anunció el triunfo de Javier Milei, veinticuatro horas después, la banda proveniente de Illinois, se convertía en sostén emocional de varias generaciones. 

Desde temprano, la gente rodeó el Complejo Art Media con la sensación de estar por presenciar un show irrepetible. Hubo remeras de bandas que no se suelen ver a menudo como Mineral, Thursday e incluso la casaca con la frase “Make emo great again”. Buenos Vampiros abrió la noche, con los primeros pogos y saltos. Los marplatenses, en pleno crecimiento, recibieron apoyo ante canciones de pura catarsis.

Sin mucho preámbulo, los norteamericanos subieron al escenario y se encontraron con la primera sorpresa de la noche, los cánticos del público argentino. “Ole, ole, ole, ole futbol, futbol”, o en realidad “Ole, ole, ole, ole, football, football”. Después de algunas sonrisas cómplices, sonaron los primeros acordes de “Stay Home”. Con una introducción de tres minutos, recién ahí se escuchó la voz de Mike Kinsella, suave e hipnótica, que repitió la frase but that´s life/ it ‘s so social, junto a los presentes. Algunos en pareja se abrazaron, otros alzaron el celular para capturar el recuerdo, otros mostraron que en este país cualquier canción aplica para el salto descontrolado y otros, simplemente liberaron la emoción más sincera que existe: llorar. 

En “I Cant Feel You”, Steve Lamos demostró su ecléctica forma de tocar la batería. Con una clara influencia del jazz, añadió un poco de energía punk para esta canción. “Uncomfortably Numb” de su LP3 (2019), que en estudio cuenta con la participación de Hayley Williams de Paramore, aquí fue con Justine Correne, para endulzar el dueto de voces junto a Kinsella. Su último álbum de estudio, tuvo bastante protagonismo en el setlist. En este trabajo, decidieron expandir sus capacidades como músicos, agregando más paisajes instrumentales y voces femeninas como Elizabeth Powell(Land of Talk) y Rachel Goswell(Slowdive). Incluso en el arte de tapa, la famosa casa de Illinois cedió su lugar a un amanecer, con una estética inquebrantable.

American Football forma parte de la movida midwest emo de los años 90. Junto a The Promise Ring, Cap´n Jazz,  The Get Up Kids, fueron catalogados de esa forma. Considerados también como una banda de post rock o math rock, su sonido tiene que ver con generar climas variados durante la estructura de cada canción. Es llamativo-incluso para ellos- como ese disco debut de 1999, años después se hizo lugar en la historia de la música independiente. En la noche porteña, estuvieron los adultos que crecieron a la par del grupo y una gran cantidad de jóvenes interpelados por emociones universales.

Fue tanta la euforia que hasta se festejó a Lamos tocando la trompeta, con unas luces anaranjadas, que transformaron al lugar en un bar de jazz escondido en la ciudad. Luego de su regreso en 2014, las nuevas creaciones tuvieron que ver con el paso del tiempo y las experiencias de la adultez. 

“Honestly?” comenzó con las líneas de bajo reconocidas al instante por la gente, creadas por Mike pero hoy ejecutadas a la perfección por su primo Nate Kinsella. Los recuerdos de la adolescencia en la letra desaparecieron para dar lugar a las guitarras melancólicas, coreadas a máximo volumen por el público. 

Para el final, dejaron las canciones de su primer disco. Hasta ese momento, habían sido solo tres. Si bien, todos los temas fueron celebrados, es cierto que las últimas tuvieron un ingrediente extra. Kinsella declaró varias veces, sentirse alejado espiritualmente del álbum debut. Lógico, el tiempo pasa para todos. Como músicos siguieron otros rumbos, sus vidas también. American Football no es una banda de tiempo completo, sus giras no son extensas. La casa histórica del arte de tapa, las letras, la belleza de los acordes, tienen un significado real en los fanáticos. Sin ese álbum no estarían ahí. Mike lo sabe y lo dejó en claro con sus sonrisas y su oficio para tocar. 

En el encore sonó “You Know I Should Be Leaving Soon” y “I´ll See You When We’re Both Not So Emotional”. La última canción fue paradójicamente la que comenzó todo, el primer tema del trabajo de 1999. Kinsella agradeció a la gente por su presencia y por la oportunidad de tocar en un lugar tan lejos de sus casas. Lamos inició el patrón de batería de “Never Meant”. El coro emo gritó sobre el sonido de la guitarra.  

El único músico que quedó sobre el escenario, fue Cory Bracken-xilofonista- sorprendido durante todo el show.  Agarró el micrófono, y con mucha euforia dijo que el público argentino había sido el mejor de todos. A juzgar por sus expresiones fueron dichos genuinos. En los parlantes sonó “Girlfriend In a Coma” de The Smiths.

La sorpresa ante la calidad del show fue incluso para los fanáticos, que no esperaban formar parte de tantos pogos. American Football llegó al país en un año intenso y en una semana caótica. Sus canciones no solo transportaron a los recuerdos personales de cada uno, sino que en el futuro, será un recital por contexto, de emoción frente a la desazón. //∆z