Maurizio Dami (A.K.A. Alexander Robotnick) es una leyenda viviente. Con 72 años, su carrera musical ha atravesado estilos tan distintos como el jazz, la música de medio oriente, el ítalo disco y los géneros actuales de electrónica como el house. Irreverente, showman y dueño de un estilo más que personal, Robotnick se presentará en Argentina y Chile por primera vez. Deseoso de conocer Latinoamérica, el 21 estará tocando en Club Sauna en Santiago de Chile, el 22 de manos de SUBMERGED y BEAUTIFUL TECHNO tocará en Club Bahrein (Lavalle 345) y cerrará el 23 en Córdoba, en el ciclo Undertones Special en Dorian Gray.
Por Alan Ojeda
AZ: ¿Cuándo empezaste como DJ?
R: empecé como DJ hace 10 años, en 2003. En ese momento la música que había producido y tocado en vivo en los 90s ya no estaba de moda. Así que lancé Oh No… Robotnick!, un álbum que contenía y re-lanzaba mis primeros trabajos.
Un promotor francés me envió un e-mail preguntándome “Todavia estás tocando como DJ?” Yo no lo había hecho en mi vida pero sin pensarlo contesté “¡Sí!”. Así fue como conseguí mi primer fecha como Dj en Aix-En-Provence, en una fiesta donde también tocaban The Hacker y Kiko. Fue totalmente exitosa. Desde entonces, empecé a viajar alrededor del mundo casi todos los fines de semana para tocar en boliches y festivales.
AZ: ¿Cuál fue la motivación que te llevó a meterte en la escena de música electrónica?
R: en un principio, la motivación para empezar como DJ fue totalmente económica, pero muy pronto me puse entusiasta y empecé a trabajar en mis sets para hacerlos originales y de alguna manera diferentes de la mayoría de los Djs. Yo siempre necesito encontrar mi propia manera de hacer las cosas. Siendo músico, tengo mejores conocimientos técnicos y comprensión de la música que la mayoría de los y puedo sacar mayores beneficios de la tecnología de hoy en día.
AZ: ¿Cuál es el “motor” que te mantiene haciendo esto?
R: mi amor por la música electrónica. Nada de adicciones, si a eso te referías. Cuando tenés mi edad (y todavía estás vivo) tus motivaciones deben ser sólidas y durar más que el entusiasmo pasajero inducido por las sustancias…
AZ: ¿Cuáles son tus referencias musicales?
R: empecé a estudiar música tarde, tenía ya 27 años. Arranqué con guitarra de jazz en una escuela popular en Florencia y estuve tocando estándares de jazz durante un par de años. Luego en 1980, me enamoré de la música electrónica. Para ese entonces ya tenía alrededor de 30 años y había escuchado y apreciado una gran variedad de música; empezando por canciones francesas e italianas cuando era un niño, los Beatles y los Rolling Stones en mi adolescencia, y rock y jazz progresivo luego. Cuando empecé a componer música electrónica mis referencias fueron Kaftwerk y la música pop inglesa (Depeche Mode, Human league, etc).
Como sea, mis referencias musicales son amplias. Todavía amo el jazz, la opera, la música clásica y la música del mundo (especialmente la de India).
AZ: ¿Cómo empezaste a producir tu propia música?
R: desde el momento en que empecé a tocar la guitarra estuve más interesado en componer mi propia música que en tocar la de otros. Obviamente tuve que estudiar y tocar estándares de jazz mientras asistía a la escuela de música, pero nunca toqué en ‘bandas tributo’ o ese tipo de cosas. Honestamente prefiero una buena grabación original antes que aprender y tocar una canción de alguien más. Pero sí me gusta remixar o hacer arreglos a música existente con mi estilo propio.
AZ: Contanos de tus diferentes proyectos: Alexander Robotnik – elektro italo disco.
R: mi primer proyecto se llamaba “Avida”, era un tipo de música electronica de cabaret, cantada en italiano.
Después de eso, inventé Alexander Robotick, mi alter ego imaginario. La historia corta de cómo fue sería esta: un día un amigo mío (Giampiero Bigazzi, el dueño de Matendi Sonari, un sello independiente florentino) me dijo. “Vos podés hacer buena plata con la música disco. Poné un bajo y batería en 4/4 y vendés 10.000 copias”. Eso hice y así produje Problèmes d’Amour. Esta canción está denominada como itali-disco, pero no lo es. Es más bien electtro o proto-house. De hecho esa canción fue enormemente inspiradora para la escena emergente del house y techno en Estados Unidos.
Después de un tiempo me aburrí de la escena Italo-disco. Me parecía demasiado comercial para mi gusto, porque no estaba al tanto de la producción underground italiana que estoy tocando ahora. Así que me puse a componer bandas de sonido para piezas de teatro, moda y películas, porque todavía quería ganarme la vida haciendo música.
En los 90’s trabajé mucho en música del mundo. Mis bandas (The Third Planet, Masala) incluyeron músicos de Kurdistán, India, Algeria.
AZ: ¿Y cómo fue la vuelta al trabajo con tu viejo alias?
R: desde que volví a ser Alexander Robotnick he estado trabajando bastante seguido con Ludus Pinsky (Lampo Lobardi). Hicimos un proyecto al que llamamos irónicamente “Italcimenti”. Y después hicimos “The Analog Session”.
AZ: ¿Cuál es el concepto detrás de The Analog Session? Ese hardware es el sueño hecho realidad de cualquier amante de la electronica.
R: desde 2006 mi amigo Lapo me había estado atrayendo más y más en su filosofía “totalmente analógico”. Gracias a su talento para aprender cuestiones técnicas contruyó un sintetizador modular que se volvió la base de nuestro equipo.
Nuestros concepto es: No te limites a usar sintetizadores sólo como herramientas de produccion. Son instrumentos de música reales, tocalos en vivo e improvisá con ellos. La escena de la música dance actual necesita un poco de frescura que la improvisación puede aportar.
AZ: Tu sello Hot elephant Music no edita en formato de vinilo, es solo un sello digital. ¿Eso se debe a un gusto particular o a razones economicas?
R: en 2002 empecé lanzando CD’s, pero se volvió un sello “sólo digital” pocos años después. Por algún motivo ya no lanzo discos de vinilos. Demasiado trabajo, demasiada poca ganancia y no me sirven para tocar, ya que uso una computadora portátil y teclados/controladores.
Además, honestamente, mi generación nunca amó tanto los vinilos como medio. Amamos las tapas gigantes pero odiamos el ruido que tienen después de escucharlos un par de veces. Conozco muchos jóvenes que están enamorados del vinilo, pero es porque están enamorados de todo lo que luzca viejo, porque no confían en el futuro. Esto suena un poco triste para mi generación.
AZ: Pese a lo que decís de la visión melancólica o nostálgica de los jóvenes, tu estudio es bastante retro…
R: sobre mi estudio actualmente, sí, es verdad, luce muy viejo (muchos de los sintetizadores son de los 70s) pero es sólo apariencia, la tecnología informática que hay detrás es muy de punta. Un dato para los nerds: todos mis viejos controladores son controlados por un software muy innovador llamado “Silent Way”. Así que ese es mi concepto: lo más viejo combinado con lo más nuevo.
AZ: Además del Italo-disco, que esta ligado a tus comienzos, ¿Cuáles son los otros géneros que más te interesó investigar y tocar?
R: a mí me gustaba, y toqué y produje, lo que en los tempranos 2000 se llamaba “electro-clash” y luego “electro-house”. Esa escena fue muy excitante para mí porque recobró el sonido de los comienzos de los 80s. Y luego, cuando el tech-house y deep-house comenzó a sonar de nuevo (porque todo vuelve 20 años después) no me deprimí para nada porque, como dije antes, nunca me pegué a un sólo estilo. Mi amor por la música es 360 grados. Siempre me divierto tocando y produciendo distintos estilos. Eso es lo que hago en mis dj set, lo que es muy flexible y se adapta a mi audiencia: nNew-Disco Deep y viejo Italo para un público de alguna manera más adulto; tech-house, electro-house y progressive (no el de tipo comercial) cuando mi público es más joven. Para mí siempre es divertido. Hay más de 30 horas de música dance en mi disco rígido.
AZ: ¿Hay algún proyecto nuevo en la agenda?
R: en 2012 y 2013 mi sello -Hot Elephant Music- lanzó Robotnick Archives, y April por The Analog Session.
Estoy trabajando en un nuevo album para este año. Tech-house simple y bailable. Y sigo haciendo muchos remix…¡noticias de último momento! Por la celebración del 30mo aniversario de Problèmes d’Amour. Está disponible para descarga gratuita su versión más escuchada.