Cinco bandas de Australia que tenés que escuchar
Por Gonzalo Penas

De Melbourne a Moruya, una nueva camada de bandas revive el espíritu salvaje del rock australiano y lo proyecta a los festivales del mundo. Este mapa de artistas emergentes demuestra que Australia está más viva que nunca.


Australia siempre tuvo una presencia muy activa en la historia del rock. Desde AC/DC, una de las bandas más grandes de la historia del género, hasta el legendario Nick Cave y sus Bad Seeds, pasando por Jet -una banda que tuvo su pico de fama a comienzos del nuevo milenio- y por el crudo stoner de Wolfmother que ya tiene 20 años en la escena, observamos que el país ha dejado una enorme huella en la historia de la música. Incluso, se podría agregar a la lista a dos bandas pioneras del punk rock como Radio Birdman y The Saints durante la década del 70 y, mucho más acá en el tiempo, el éxito arrollador que tuvo Tame Impala a nivel mundial.

Pero desde hace 10 años, vienen surgiendo varias bandas australianas a las que hay que prestarles atención. Desde la consolidación dentro de la escena de Press Club, un grupo punk de Melbourne que acaba de lanzar To All the Ones That I Love, su esperado cuarto disco de estudio, y de la banda garage punk The Chats que sorprendió a todos por la potencia de su primer EP homónimo (que en unos meses cumplirá 10 años) y luego con sus dos discos de estudios: High Risk Behaviour de 2020 y Get Fucked de 2022, no dejan de salir artistas de ese país a los que hay que seguir de cerca.

No se puede afirmar que en los últimos cinco años se haya formado una escena puntual pero hay hilos conductores entre bandas que ya están tocando en los festivales más importantes de Europa.

Amyl and the Sniffers se formó en 2016, cuando cuatro compañeros de piso en Melbourne —Amy Taylor, Bryce Wilson, Declan Mehrtens y Calum Newton— grabaron un primer EP de punk rock puro (Giddy Up, 2016). Poco después, Newton dejó la banda, que se completó con la llegada de Gus Romer como bajista. Desde el 2017 recorrieron todos los pubs australianos y ya hace varios años giran por el mundo. Los alaridos punks y la desfachatez de su líder Amy Taylor, y la solidez de una banda que supo hacer su propio camino (del clásico DIY de los singles y EPs a ser producidos en su primer álbum por Ross Orton), hicieron que hoy el grupo sea uno de favoritos de todos los punkrockers. Publicaron tres discos: Amyl and the Sniffers en 2019, Comfort to me en 2021 y Cartoon Darkness en 2024 (elegido como el mejor LP del año en los “Rolling Stone Australia Awards”). El primero es una declaración de principios punks, desde el arranque con “Starfire 500” hasta el clásico “GFY”. Incluso en la portada se observa un collage que bien podría ser la tapa de un fanzine (en el centro está la cara de Amy sacando la lengua, a los costados la banda tocando y varios dibujos intercalados entre ellos). En “Some Mutts”, la canción que cierra el disco y uno de los cortes de difusión con videoclip incluido, Amy grita “Am I just a memory? Oh no! Some mutts can’t be muzzled” mensaje que podría ser dirigido a alguna ex pareja como a muchos haters que la banda tuvo en su comienzo.

Para el segundo álbum, la banda ya estaba en boca de todos los punkrockers y “Guided by Angels’’, el primer corte del disco, afianzó a la banda en los charts más importantes. El punk rock seguía bien presente (“Freaks to the front”, “Choices”) pero fue con “Hertz” -su máximo hit- que llegó a una mayor cantidad de fans. Con ese  disco llegaron por primera vez a los estudios KEXP y debutaron en Glastonbury. Su último trabajo, publicado el año pasado, arranca con “Jerkin”, otro gran hit de la banda, donde Amy, fiel a su estilo, grita casi rapeando la letra de la canción. Este año volvieron a Glastonbury donde, además de hacer un brillante set, aprovecharon para hablar de la situación en Palestina, sobre el colonialismo, sobre la educación sexual y sobre lo que los medios quieren de nosotros. Como si todo esto fuera poco, hace unos días salió la noticia que serán la banda telonera de AC/DC en el tour que harán por Australia. Ojalá pronto lleguen a Buenos Aires.

Full Flower Moon Band tiene casi 10 años y sus últimas producciones la han colocado en lo más alto de los charts australianos (es una de las bandas que lidera el Australian Album Chart). Menos punk que la anterior pero de una semblanza rockera bien clásica -por momentos un poco indies y por otros, bien crudos- los oriundos de Brisbane viene pidiendo pista desde los años en cuarentena cuando publicaron varios EPs y fueron cosechando muchos fans desde sus redes sociales y en las aplicaciones de streaming. Liderada por la voz de Babyshakes Dillon, quien acompaña en guitarras a Christian Driscoll, Luke Hanson, Caleb Widener y Marli Smales han llegado a tocar en el festival “The Great Escape” en Inglaterra, a telonear a The Black Crowes y fueron difundidos en medios como la NME, KEXP y la BBC. Sus presentaciones en vivo fueron elogiadas por figuras como Iggy Pop y canciones como “Trainspotting”, “NY-LA” “Rodie”, “New Rocket” y “Devil” se han transformado en nuevos clásicos ineludibles de estos últimos años. Megaflower, su último trabajo, se transformó en uno de los discos más escuchados en Australia, con canciones como “Super like me”, “Baby” y “Come and be” que ya son fijas en sus shows. Recomendación necesaria: además de escuchar sus dos discos de estudio, prestar atención a “Scene”, un reciente single en colaboración con Gustaf, banda art punk de Brooklyn, y buscar en Youtube el show entero en el Princess Theatre de Brisbane porque son una muestra perfecta de todo lo comentado en estas líneas.

Una de las grandes sorpresas de este año es Sonic Reducer. El nombre nos suena de aquel himno punk de The Dead Boys (que fue, a su vez, sampleado por los Beastie Boys en su “Open letter to NYC” de 2004) y en cada single que fueron sacando le hacen honor a su nombre. Desde Canberra, la capital australiana, estos chicos de no más de 21 años fueron elegidos “Mejor Artista del Año” en los MusicACT Music Awards (MAMAs) y publicaron en Squeeze, su reciente EP, todos los singles que venían mostrando desde hace dos años en sus shows y en Spotify. La voz de Cormac suena a los comienzos de Pete Doherty (la banda se parece bastante a los inicios de los Libertines) pero las canciones hacen críticas al machismo, a las relaciones tóxicas y se burlan un poco de la propia escena. En su último single, “Needles” cantan “All the young punks, they’re obsessed with the needles. Trynna look like Johnny Lydon, whilst they listen to The Beatles. Falling in and out of cars and they stumble into bars. All their heads go numb” describiendo con gracia las poses de las escenas actuales en el under local. En una nota de noviembre del año pasado en Triple J (la radio australiana especializada en rock del país), afirman haberse influenciado en las bandas punks de la década del 70 pero también en todas las bandas que salieron a partir del 2000 como White Stripes y los Strokes. “Nos dedicamos a darlo todo cada vez que tocamos. No creo que haya un solo concierto en el que no hayamos salido, simplemente, empapados en sudor”, dijeron en la misma nota que puede escucharse en la web de la radio.

Radium Dolls es otra de las bandas que desde el año pasado comenzó a tener una mayor audiencia. Si bien empezaron a tocar en el 2020 -publicaron ese año  su primer EP, Bel-Haven– fue con la salida de su, por ahora, único álbum, Legal Speed (2024), que comenzaron a frecuentar los pubs primero de su Brisbane natal y luego de todo el país. Con dos hits como  “CIA” y “NAA” se ganaron la aprobación del público punky y se consolidaron como una de las bandas con mayor proyección en la escena. Este año lanzaron un nuevo single, “Scorching Heat”, que ya se transformó en uno de los más escuchados de la banda.”. Además, giraron por todo el país, agotando varias fechas.

Para concluir, desde la ciudad de Moruya: Nancy and the Jam Fancys. Los últimos dos años fue cosechando singles que dieron sus frutos en el reciente Swan Songs, su primer disco de estudio, publicado en enero. Con un sonido post punk, claramente influenciado por Radio Birdman, se dieron a conocer con “Carmen Electra”, un single del 2022 que no está en el disco, y luego se enfocaron en las canciones que este año llegaron al tan ansiado debut. “Proceed with caution”, “Counterfeit” y, su hit más reciente, “Mirror my melody” son tres temas que ya están sonando o siendo elogiados en los medios especializados de Australia. La voz grave de Lewis Griffin y las guitarras bien al frente de Brett Muskett y de Alex Blakeney (la banda se completa con Bryce Mizzi en bajo y con Cody Hopkins en batería), seguramente los lleve a recorrer un camino similar al de las bandas anteriores y muy pronto empiecen a formar parte de los charts más importantes del país.//∆z