En el desarrollo del rock hay muchos ejemplos de lugares físicos donde, en solo cuestión de años -a veces meses-, tuvieron lugar verdaderas explosiones artísticas que terminaron cambiando el curso de la historia.
Por Matías Roveta
Las cosas importantes, se sabe, suceden de golpe y sin tiempo de ser asimiladas. A veces se trata de explosiones en cadena, como un efecto dominó: una banda suele dar la puntada inicial para que luego pululen sus retoños. Aunque más importantes unas que otras, todas esas bandas suelen mantener en común ciertas cuestiones estéticas, pero no un estilo único que las agrupe, sobre todo porque, al estar generando algo nuevo, no hay conceptos periodísticos con los cuales etiquetarlas. De ahí que muchas veces se hable de “escena musical” y no de un género en particular.
La escena neoyorkina del club CBGB es probablemente el caso más emblemático de lo que hablamos. Allí, en cuestión de dos o tres años, surgieron artistas como Patti Smith, Talking Heads, Blondie, Television o los Ramones. En aquellos momentos nadie hablaba de punk; el término vino después, y aunque no se sabía bien qué hacían estas bandas, ellas mantenían algunos rasgos en común, como por ejemplo la libertad artística o el rechazo al rock de complejas elaboraciones. Pero también había grandes diferencias: comparar el punk crudo y veloz de los Ramones con el new wave de Talking Heads es ya de por sí significativo.
Dentro de esa interminable lista de artistas notables y nombres pesados, hay una banda que reluce por peso propio, desde el perfil bajo: Television. Esta es una de las bandas más importantes en la historia del rock, aunque no tenga la difusión ni el reconocimiento que sí tienen, por ejemplo, Patti Smith o los Ramones. Pese a esto, ejerció decisiva influencia en el desarrollo del punk (leyendas como Joey Ramone o Paul Strummer le rendían culto) y del post punk que vino después, por la búsqueda y la riqueza musical de sus canciones, pero sobre todo por la quejumbrosa y desinhibida voz de Tom Verlaine, a quien tipos como Ian Curtis o Howard Devoto tanto le deben. Sin hablar de influencias ni grandiosidad, Television es una banda importantísima por el simple motivo de tener excelentes discos. Su álbum debut, el genial Marquee Moon (1977), es una verdadera pieza de arte, casi elevado a obra de culto.
Si bien el disco por momentos se acerca al punk, como en “See no Evil”, la riqueza musical, la amplitud de miras y el talento casi virtuoso de sus músicos, los aleja de ese género. Las experimentaciones y los largos pasajes instrumentales de “Marquee Moon” o “Tom Curtain”, en lugar de remitir al punk, miran hacia el pasado, al art rock de Velvet Underground o al rock progresivo de Pink Floyd y la psicodelia de Grateful Dead. En todo caso, podemos decir que Television es la banda de punk con los guitarristas más virtuosos de la historia, donde el centro de atención, más allá del particular modo de frasear de Tom Verlaine, con sus letras poéticas y surrealistas, es sin dudas el entrelazamiento de las guitarras del mismo Tom y de Richard Lloyd, en permanente diálogo. Canciones como “Friction” o “Elevation” sirven de ejemplo. En ellas, se escuchan arreglos de guitarra experimentales, riffs hipnóticos y psicodélicos, pero también largos solos pasionales que remiten en gran parte al rock clásico de los ´70. Hay lugar también para melódicas y suaves baladas como “Guiding Light” o “Prove It”, y para el cierre oscuro y saturado de “Torn Curtain”, que sitúa a Television como una de las bandas a partir de las cuales fue posible el post- punk.
Además de las mencionadas, hay otras claras influencias en el disco, como David Bowie o Bob Dylan, pero más importante aún son los grupos que se nutrieron de Television y Marquee Moon. La lista es larga: U2, Sonic Youth, R.E.M, Pavement o The Strokes son solo algunos. Más allá de los nombres, debemos poner el foco en esa capacidad universalista de la banda de acaparar la atención de artistas tan diversos. Lo importante, en todo caso, es no encasillarlos en algo fijo, para poder disfrutar desprejuiciadamente de estos 45 minutos de goze profundo. Porque decir que Television hacía punk es tan injusto y ridículo como decir que los Beatles hacían pop.