Viva Elástico presentó los temas nuevos de su último single en una fecha que fue una excusa para repasar sus clásicos más destacados.
Por Pablo Díaz Marenghi
Fotos de Nadia Guzmán
Los consumos culturales viven tiempos de cambio. Mientras las entradas para el cine y los recitales internacionales siguen agregándole cifras a sus precios, cientos de miles de usuarios ven las series de moda en Netflix o escuchan los últimos lanzamientos discográficos desde Spotify. Las bandas parecen no querer mantenerse al margen de estos fenómenos y Viva Elástico, el conjunto formado por Alejandro Schuster (voz y guitarras), Mateo Zabala (guitarras), Juan García del Val (batería y percusiones) y Santiago Pacek (bajo), no es la excepción. Ansiosos, lanzaron un single que adelanta dos temas nuevos antes de la salida de su tercer LP anunciado para 2016. El último viernes fue la fecha elegida para el estreno oficial de este sencillo que se corresponde con otra tendencia 2.0: la fragmentación, el consumo en grajeas. En este caso, grajeas sonoras que pudieron vivenciarse en vivo en el escenario de The Roxy, sobre Niceto Vega, entrada la medianoche. Intensidad instantánea durante una hora en donde Viva Elástico recorrió clásicos de sus dos Lps –Viva Elástico (2009) y Agua, Sal y Fiebre (2012)- dejando a sus fans satisfechos.
El dúo synth-pop Ibiza Pareo rompió el hielo a puro dance y psicodelia. A la 1.10 am los Viva, vestidos con camisas elegantes y chupines, dieron comienzo a su show con “Oh viernes”, como no podía ser de otra manera en una noche fría que daba comienzo al fin de semana. La banda construyó su propia versión de “Friday I´m in love”, su propia oda al día que genera el éxtasis de toda la patria proletaria. Luego siguió “El Dato”, tema que abre Agua, Sal y Fiebre, a puro pop rabioso y guitarrero. Schuster, un elegante crooner, exponía todas sus neurosis a flor de piel en cada frase sin el más mínimo tapujo. Seguirían “Somos tan felices”, de su primer LP, a puro jeite y sintetizador y “Yo te quiero más” con un comienzo muy coreado por el público: “Yo te quiero más / que a todo el resto / porque vos sos la maldad”. “Agua, sal y Fiebre” y “Complejo Adolescente” generarían los primeros pogos, efervescentes, como las burbujas de los espumantes que bebían muchos entre la audiencia. Una muestra más de la elegancia, característica de la banda, ya sea en su estética o en la prolijidad a la hora de cuidar su sonido.
El setlist avanzaba. Con pocas intervenciones de Schuster -quien suele ser bastante histriónico- que agradecía la presencia del público y aportaba algunos punteos en temas como “La traición” y “Hoy Lo Que Quiero”. “Grabamos en enero y el disco nuevo sale en marzo”, anunciaba el cantante mientras daba pie a “La vida entera”, el segundo nuevo tema del single. La sobriedad, otra cualidad del grupo, también se exponía esa noche en donde todos los músicos se concentraban en su labor, sin el tradicional desparpajo del rock. Las letras de los Viva, repletas de amores truncos, paranoia y neurosis, se expandían por las paredes del Roxy mientras el público cantaba y bailaba a su manera: de pie, con algún trago en mano, disfrutando del breve pero intenso concierto.
“Linda y tonta” y “Oh, Oh, Oh” marcaron el final a eso de las 2 AM. “Me siento mejor / cuando a la noche soy eso / que no puedo ser de día” cantaban los Viva mientras el público, pegado al escenario, agitaba sus brazos y se dejaba llevar por sus melodías pegadizas. Esas que consagraron al grupo como uno de los más destacados de la nueva escena post 2000. A su manera, con letras que se destacan por su densidad poética y por su impronta testimonial, supieron construirse como referentes. Mientras la banda se despedía, algunos todavía soñaban con algunos bises hasta que el telón se cerró y dio paso a la continuación de la fiesta. Sonaba Morrissey y varios continuaron con el baile que habían detenido por unos segundos. Recién era el comienzo del fin de la semana. Claro, era viernes, y como cantaba Schuster hace unos momentos, el viernes es un día “de alegría y esperanza / cansancio que no alcanza para frenar el tiempo y sentir / que el fin del mundo nunca llega porque esta rueda no tiene fin”.//∆z