Laptra cumple 10 años, ArteZeta le regala estas palabras a los pioneros de la nueva escena independiente. 

Es impensado hablar del momento dorado del nuevo rock y de un futuro auspicioso para la escena independiente sin mencionar a Discos Laptra. El sello brinda desde sus inicios unidad y soporte a diferentes artistas de múltiples colores. Tanto la febril descarga de Bestia Bebé como la dulzura sin destilar de Las Ligas Menores, la catarsis poética de 107 Faunos, la sensibilidad pop de Antolín, el golpe a los sentidos de Atrás Hay Truenos, la constante y sincera mutación de Reno, el ritmo contagioso de Javi Punga, la crudeza efervescente de Hojas Secas y claro, la energía mística, cósmica e indivisible de El Mató –entre muchos otros- encontraron en el sello del tigre un nexo, un escudo que los cobija a pesar de las diferencias, que los reúne por la misma certeza y pasión.

El trabajo de Laptra por y para la escena y sus artistas es innegable e invaluable, demostrando que se puede ser independiente siempre que sea con trabajo, firmeza, convicción, y un romántico y vehemente fervorC.K.

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 Discos Laptra es un sello discográfico que encarna una época. Sin 107 Faunos, El Mató o Las Ligas Menores, no podríamos hablar de un movimiento -o escena- que avanza a paso firme, no se detiene y redefine a cada segundo al concepto de independencia en el rock y en la música popular -concepto tan bastardeado a lo largo de la historia-. Siempre me gusta más utilizar el término “Emergente” para categorizar a estos sonidos que llegaron en su mayoría desde La Plata a romper con las anquilosadas estructuras del “Rock Nacional”. Laptra me parece un puntal dentro de la bandada de grupos que han emergido en los últimos 10 años. En tiempos en donde el mercado discográfico dista de ser amigable y las grandes multinacionales avanzan como voraces pirañas, me parece trascendental proteger y flamear la bandera de Laptra dimensionando su trabajo acorde a los tiempos que corren, en donde no es tarea sencilla registrar un disco y distribuirlo de manera auto gestionada y alejada de los grandes patrones. Por su mecánica de trabajo, su curaduría polivalente, irreverente y variopinta siempre digna de ser escuchada (Desde El Mató hasta Bestia Bebé pasando por los Truenos y Antolín) y por ser un difusor incansable de la/s nueva/s cultura/s independientes saludo a Laptra en su décimo aniversario. P.D.M.

Bestia bebe az

¿Es una virtud, a estas alturas del rock argentino, la independencia? ¿Hay otra opción potable que no sea ésa? Con el gran mercado devorado por un solo dueño que hace siempre lo mismo y con los mismos (PopArt), la autogestión es, como decía Andrés Calamaro acerca de la honestidad allá por 1999, más que una virtud, una obligación. La paradoja quiso que fuera 2004: el mismo año en el que morían cientos de pibes viendo a Callejeros en República Cromañón, nacía un espacio de expresión que comprendería buena parte de la renovación del rock argentino desde allí hasta hoy. Por Discos Laptra pasaron Shaman Herrera, Viva Elástico, Prietto Viaja al Cosmos con Mariano, Los Sub, Atrás Hay Truenos, Mi Pequeña Muerte, 107 Faunos y Los Reyes del Falsete, entre tantísimos otros exponentes del underground que en el período ’04-’14 recorrieron los escenarios pequeños pelando canciones heroicas, con poesía y calle. Ése es el mérito de Laptra, no la independencia: englobar un conjunto de artistas parecidos pero diferentes, que interpela a los pibes del barrio y atrae a los buceadores de la novedad por igual. Un mérito que llevó a girar por el mundo a El Mató A Un Policía Motorizado, el caballito de batalla del sello y su máximo exponente. Porque para ser callejero hay que bancársela. S.S.

107 faunos 1

Una de las primeras veces que fui a ver a El Mató fue en Unione e Benevolenza en 2006. Lo primero que pensé fue en la transición de la escena punk hacia la que se estaba gestando. En realidad, es injusto decir que se estaba gestando porque ya estaba gestada de antemano con bandas como Grupo Mazinger y si me apuran, con Suarez también. Pero con 19 años, yo recién entraba a esto. Antes era el punk, los festivales en Cemento y en el Salón. Pero post 2004 se (me)dio esa transición de eso a esto. Sentí, siguiendo también a los Faunos, a Koyi, a Antolín y más acá en el tiempo a los Truenos, a Bestia y a las Ligas, que en verdad todo lo que reunía a Discos Laptra era una gran familia. Y que, ya siendo un joven adulto, podía seguir la misma senda que en mi adolescencia: ir a ver a bandas a pequeños lugares del cual siempre salís con una nueva banda favorita y un puñado de nuevos amigos, incluyendo a los músicos de las bandas. Por eso estos 10 años no son una casualidad. Es fruto de lo construido por el sello, por sus músicos, por el público: por la familia Laptra entera y bien unida. El viernes vamos a festejarlo, escuchando a todas las bandas del sello y brindando con la copa bien en alto. G.P.

02. Atras Hay Truenos (4)

Hace 10 años una pandilla tomó por asalto al rock argentino. Uno de sus primeros zarpazos fue el debut de El Mató a un Policía Motorizado, un atentado a lo establecido. Una extraña cruza de punk mugriento, rock espacial y galaxias en la esquina de tu barrio. Otro ataque emocional fue el primer disco de 107 Faunos, quilombo, introspección y escuela de Frankfurt. Cómo olvidarse del rock, espacio & faso de Prietto viaja al Cosmos con Mariano, un dúo indómito que también supo pasar por las filas del tigre. Son muchas las bandas que integraron e integran esta cofradía que cambió el pulso a nuestra música y construyó la base de toda una nueva escena independiente en Argentina. Algunas de sus últimas gemas son Bestia Bebé, Atrás Hay Truenos y Las Ligas Menores. Estoy siendo malo al no nombrar todo su catálogo, lleno de mundos plausibles pero la brevedad me convoca. El tigre es la punta de lanza para todas las bandas que vinieron después, lo logró a fuerza de independencia, una excelente curaduría y no transando con el mainstream. Festejemos la década ganada. J.V.//z

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