Pajarito Gómez, una vida feliz es una película de 1965 dirigida por Rodolfo Kuhn y escrita por Francisco “Paco” Urondo, que aborda la problemática de la cultura de masas y el mundo del entretenimiento con una critica irónica, corrosiva y para toda la familia.
Por Ignacio Barragán
Primero que nada, la nouvelle vague es un concepto, es una idea generacional y es también en cierto modo, una farsa[1]. Este concepto de ruptura con el cine tradicional y de una impronta fuertemente intelectual también puede aplicarse en el caso argentino de los cineastas de la “generación del 60”. El mayor punto de contacto que podemos ver entre la nouvelle vague francesa y la nueva ola argentina es la valoración del cine de autor. Mientras Godard, Truffaut y Resnais se veian herederos de Andre Bazin y seguían a la revista Cahiers Du Cinema, acá Leonardo Favio, Kuhn y Lautaro Murua estaban con Leopoldo Torres Nilsson y leían la revista Tiempo de Cine. Esta sucesión de eventos originó una nueva respuesta al cine tradicional, un cine que no respetaba estructuras, tenía contenido social y era estéticamente relevante. Eso era el nuevo cine argentino de los años 60. El Lautaro Murua de “Alias Gardelito”, el Leonardo Favio de “Crónica de un niño solo” y el Rodolfo Kuhn de “Los Jóvenes Viejos”. Todas películas estrenadas entre 1960 y 1965.
“Pajarito Gómez, una vida feliz” es una película que se encuentra en el medio del cine militante setentista y la experimentación de los años 60. Pajarito, que es interpretado por Héctor Pellegrini -quien fue el protagonista de la primer película de Murua- es un joven cantor de provincia que viene a probar suerte a Buenos Aires y cumple con su sueño de ser una aclamada estrella. Aquí, el argumento de la película deja saber al espectador que el personaje principal es inspirado por la vida de Palito Ortega, recreando aquella instancia del mito redentorista del muchachito exitoso que tuvo una vida de muchas carencias. Esta estrategia narrativa es eficiente para que en la película se desarrollen todos los mecanismos comerciales que se encuentran en la industria del espectáculo para sostener a una figura musical y que no sea anticuada a las dos semanas. Desde estudios de mercado, pasando por falsos matrimonios y concursos televisivos arreglados, vemos como todo aquello que parece brillar sobre el escenario tiene un transfondo oscuro y decadente. Este filme de Rodolfo Kuhn es una crítica mordaz hacia la cultura de masas de los 60’, a aquella cultura que idolatraba héroes falsos creados por los engranajes del espectáculo.
El elenco del filme es maravilloso, contiene actores como al ya mencionado Pellegrini, que también estará en “La Patagonia Rebelde” (1973), de Héctor Olivera. Actúan también María Cristina Laurenz, Lautaro Murua y un jovencito Federico Luppi, que es casi imperceptible. Uno de los detalles mas interesantes de esta obra es que el guión fue confeccionado por Francisco “Paco” Urondo, escritor, periodista y poeta que militó con Montoneros y fue desaparecido en Junio de 1976.
Es una lastima que haya muy poco escrito sobre Rodolfo Kuhn, en verdad esa es una tarea que nos queda pendiente. Lo que sí puedo decir es que Pajarito Gomez es una película única e increíblemente reveladora, y quizás una de las mejores películas de los años sesenta. Este filme, que cada tanto lo pasan por Canal Volver a eso de la tres de la mañana, es un punto clave de la historia del cine argentino. El viraje del existencialismo sartreano de algunos filmes a la lucha anti imperialista y militante de los filmes del 70’ se ve claramente en el final de Pajarito Gomez. Que por cierto, y seria injusto conmigo mismo no mencionarlo, es el final más impactante y estremecedor que he visto del cine argentino.//∆z
[1] Nouvelle Vague et la farce, Dominé, Jean Michel, Ed. Leblanc. 1979
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