Este jueves se estrena en el país la última película de los hermanos Coen: Inside Llewyn Davis, una travesía por los tropezones y caídas de un cantautor frustrado.
Por Ignacio Barragán
“Si una canción nunca fue nueva pero tampoco envejece, es una canción folk” dice Llewyn Davis después de hablarnos sobre el dolor con una triste canción de Dave Van Ronk.
Así es como comienza la última película de los hermanos Coen, una balada folk y un hermoso epígrafe. Claro, que se esté por estrenar la ultima película de los hermanos Ethan y Joel Coen es un acontecimiento del que podríamos llegar a dudar de su originalidad pero jamás de su calidad. Inside Llewyn Davis es una pieza cinematográfica de enorme belleza estética y sofisticación en cuanto a la presentación del relato. Si bien no es una de las mejores películas de los Coen (por suerte tampoco de las peores) este film tiene la particularidad de lograr la satisfacción instantánea. De inmediato nos transporta a un mundo realmente verosímil lleno de poetas frustrados, padres progresistas y plazas de Greenwich Village que coexisten bajo un profundo invierno de 1961.
Es interesante destacar cómo toda la película se ve atravesada por una estética muy particular, un color frío que se intensifica al ambientar el relato en un invierno desolador. Todo es una tragedia y todo es cómico. En definitiva, estas son las aventuras de un cantante folk en busca del éxito que viaja de Nueva York a Chicago no sin antes enfrentar variados y extravagantes problemas en esa ruta al éxito. Pero ahora ¿qué es el éxito para un trovador de canciones? A ver, desarrollemos una idea, Llewyn Davis interpretado por Oscar Isaac es, de alguna manera, Ignatius Reilly en La conjura de los necios, es aquel personaje que desdeña la sociedad y se ve frente al espejo como aquel ser puro que jamás será contaminado por la mediocridad de la humanidad hasta que finalmente se la dan contra la pared. Allí, en esa intersección de personajes de ficción, esta la verdadera cuestión del film, un poco colorido viaje por las miserias de la vida sin antes detenernos, como si fuera poco, en lo bello que es vivir.
Muy bien, aquí descansa mi comentario sobre la obra cinematográfica. A partir de ahora, querido lector, puede dejar leer la nota ya que en adelante solo se hará alusión al parto comercial que se desarrolló en torno a la película.
Bueno, dejando detrás la charla de café, me atrevo a denunciar a la industria cinematográfica argentina por ser tan incompetente en materia de política de estrenos. Si bien los hermanos Coen no son pasión de multitudes como puede ser la última película de Meryl Streep, ellos son una pieza clave de la historia del cine contemporáneo. Inside Llewyn Davis es una película que se proyecta desde octubre en Estados Unidos, desde diciembre en todo el mundo y por lo menos desde enero que está para verla en cualquier sitio web. Aquí, se estrena el 13 de Marzo. No sé por qué ni me interesa pero se los comento al fin y al cabo, para que sepan que ya mismo pueden ver esta película de vencedores y vencidos sin tener que esperar a que se estrenen en “las mejores salas del país”.//∆z
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