Repasamos algunos de los lanzamientos destacados de la primera parte del año: surf rock, lo-fi, punk electrónico y mucho más.
Por Juan Martín Nacinovich
Las Piñas – Pista de fuego
Sofía Cardich y Antonela Périgo expiden canciones en forma de reducidas explosiones playeras de no más de tres minutos. En ese frenesí ubicuo chocan el surf, el garaje y el rock más primitivo, generando una atmósfera digna de la cerveza más helada en la playa más linda de la costa atlántica. Luego de un muy bien recibido Espanto Caribe (2016) –primer elepé– el dúo platense de guitarra y batería lanza Pista de fuego, atravesando el mismo sendero arenoso con su imaginario veraniego: el mar; las palmeras; la arena; los autos convertibles; la fauna marina; incluso Atlantis y la gran ola de Kanagawa.
Androide Mariana – Rock and roll tranca
Luego de un moroso impasse, los Androide Mariana vuelven a la carga con Rock and roll tranca, una clara evolución en el cuarteto de Lomas de Zamora, sobre todo en el espectro sonoro. Con una impronta que remite a Sandro, Ezequiel Visconti contagia ritmo y sustancia: “Si querés improvisar / para ver qué pasa / sabes dónde voy a estar / te voy a sorprender cuando vengas a casa / para bien o para mal”. “Rocanrolero x100pre”, la apertura, debería estar sonando en todas las radios.
Los Sedantes – De otra vida
Hay un factor obstinadamente mortecino que enaltece toda la obra de Sergio Rotman. Desde Los Fabulosos Cadillacs hasta El Siempreterno, desde Cienfuegos hasta Los Sedantes, cada vez que Rotman afila su pluma se despacha con canciones que activan fibras sensibles. Y en esa fórmula que lo convirtió en uno de los orfebres más prolíficos del rock nacional, también emerge la figura de Mimi Maura, una de las mejores voces del continente. De otra vida cierra con “It’ll end up in tears”, una balada compuesta por Dave Kusworth para los Jacobites. Al ángulo.
Los Bilis – Los Bilis
El cuarteto sureño oriundo de Lanús manifiesta una propuesta arriesgada que conglomera al punk y la electrónica sin guitarras ni platos en la batería. Van así, con un revestimiento de teclas poderoso pero fino al mismo tiempo. Yonki apela a la épica y canta sobre cuestiones del día a día: desde el conurbano (“Conurbano / otro mambo / por suerte”) y la policía piedra (“Si no querés que toque sos policía”), pasando por los amigos que te traicionan por la espalda (“Preferiste no quedar mal y me tiraste a matar”) hasta los billetes de $100 (“No te llamé porque es fin de mes / pero encontré tres violetas”).
Medalla Milagrosa – Pasadizo
Guitarras noventosas, cadencia lo-fi, ciencia ficción, teorías conspirativas, agujeros de gusano, pizza y ovnis. Esos son solo algunos de los tópicos recurrentes dentro del universo de Medalla Milagrosa. Fabian Yoimpresionista tenía unas canciones encajonadas desde hacía un buen tiempo, hasta que junto con Marcos Díaz (Sué Mon Mont, Bosques y Entidad Animada) le dieron vida y forma convocando a Leandro Farina (Playa Grande y Abril y Los Pajaritos Zombie) en bajo y a Martín Salagueri (Niños de Marte) en batería. Pasadizo, su primer opus, representa una búsqueda ligada al indie más anglosajón pero dejando una puerta abierta hacia la psicodelia y el dream pop.//∆z