Diez discos que marcaron tendencia en el año 2011. Diez artistas que asoman. Diez discos revelación.

 

 

 

The Joy Formidable – The Big Roar

De las entrañas del Gales profundo surgió una banda que está conmoviendo el Reino Unido y ya fue señalada como los nuevos Pixies: The Joy Formidable. En The Big Roar, su disco debut, este inquieto trío de indie rock hace honores a semejante halago: las canciones combinan pasajes de suaves melodías de dream pop con estallidos de distorsión y feedback, y su vocalista -la sensual Ritzy Bryan- canta con el poder abrasivo de Kim Deal y la frescura de Régine Chassagne. Pero a esa dinámica de tensión-calma, estos galeses le suman arreglos corales épicos, adherencia pop en los estribillos, efectos de guitarras envolventes y hasta doble pedal en el bombo de la batería. Toda una extraña y apasionante anomalía que despertó elogios de Shirley Manson y hasta Dave Grohl.

 

The Dodos – No Color

¿Qué pasa cuando una banda saca un primer disco aceptable y supera las expectativas de todos con un excelente segundo álbum? Lo que ocurre es que al editar un tercer disco, tiene todo para perder. Sino pregúntenle a The Dodos. Visiter (2009) es hasta ahora su mejor trabajo y, en comparación, su sucesor Time To Die (2010) parece hacerlos retroceder diez casilleros y devolverlos al punto de partida. Para su cuarto disco, el dúo conformado por Meric Long y Logan Kroeber decide, entre la espada y la pared, volver a las bases y lanzar No Color, un disco que rememora la frescura de Visiter con una mejor producción desde las voces (“Black Night” y “Don’t Try And Hide It”, con el sutil aporte de Neko Case), un sonido más pulido y la sensación de que lo mejor está todavía por venir.

 

Yuck – Yuck

De entre todos los “rescates emotivos” que hubo a lo largo de la década para la new wave, el folk, y ciertos elementos del hip-hop, garage y divismo pop, el grunge o noise de mediados de los ochenta y principios de los noventa parecía haber quedado en el arcón de los recuerdos. Pero no tan rápido: porque cuando un cantante y un guitarrista se ponen a demear en un cuarto e importan una bajista japonesa y a un batero de Nueva York que el cantante conoció en un kibbutz de Israel, el rock vuelve a levantar su pared de sonido. Yuck y su disco debut son la joven guardia que necesitaba un género que parecía morir en manos de J Mascis y Thruston Moore, sus últimos estandartes. Canciones como “Holing Out” se mezclan con las texturas más suaves de “Suicide Policeman” y “Sunday”, y “Get Away” tal vez sea la mejor canción del año.

 

Lykke Li – Wounded Rhymes

“Mis rimas heridas lloran en silencio esta noche”, reza Lykke Li en “Sadness Is A Blessing”, uno de los cortes difusión de su segundo trabajo, Wounded Rhymes. Atrás queda la imagen de aquella niña que asomaba en su debut Youth Novels (2008) como una nueva figurita del mainstream, que este año vio desfilar a Adele y a Rihanna como algunas de sus nuevas grandes voces. Lykke se muestra ahora como la mujer que abdica al trono de diva pop víctima de un engaño amoroso que se ve reflejado en los distintos momentos del disco, y una vez más con la producción de Bjorn Yttling (Peter, Bjorn and John) decide recorrer un camino de introspección cuyo resultado evidencia un salto de calidad en su todavía joven carrera y un crecimiento personal escapado de una novela de Jane Austen.

 

Foster the People – Torches

Como si fuera una película de Gus Van Sant, el joven Robert encuentra una pistola en el cajón especial de papi y el terror se hace patente en una escuela secundaria. Vieja historia que se repite no solamente en Norteamérica. Nunca estas secuencias se escucharon tan alegremente como en el hit con el que Foster The People irrumpió en nuestras radios y reproductores. Coloridos caramelos para masticar: con “Pumped up Kicks” como bandera, “Color on the Walls (Don’t Stop)” y efervescentes tonadas pop, Mark Forster destronó a MGMT de su mandato legítimo.

 

Indiana – Las Horas

La Plata es cuna de grandes campeones del rock nacional independiente. Indiana es la última gran aparición de la ciudad de las diagonales. Las Horas es un atentado contra los corazones rotos: diez canciones melancólicas y hermosas. La consigna es viajar por la cruda realidad. El camino es el rock espacial. El resultado es uno de los discos revelación del año. Pablo Siciliano, cantante y guitarrista, es el comandante de una nave intermitente y sus letras se te quedan tatuadas en las neuronas. Las pruebas son: “Canción para Emilia”, “Suiza” e “Himno a un futbolista del montón”. Sus frases duelen y sonríen. Hasta se podría decir que viven.

Luciana Tagliapietra – Diagrama de Ben

La música viaja. Va de oído en oído. Esta vez el viento e Internet nos trae a Luciana Tagliapietra, una tucumana que se las trae con historias de viajes, mudanzas, amores y cielos de colores. Hace un par de años editó Los Domingos (2009) pero Diagrama de Ben es su hijo más preciado, un EP de siete canciones donde la naturaleza dice presente. “Trompetas”, “Si las cosas” y “Las carreras” son tres temas que respiran por sí solos y te enamoran. Ya era hora que el rock se hiciera mujer.

Santiago Capriglione – Subibaja

Subibaja es una obra conceptual donde se pasa lista de las confesiones más crudas. Fue también un trampolín para que Santiago Capriglione le mostrara al mundo sus canciones y sus cualidades compositivas. Las cuatro cuerdas de su bajo fueron muy escuchadas en varios proyectos de la movida Yatay del Oeste del Gran Buenos Aires. Aunque esta vez él se despega del rock latino y del reggae para hacerse canción. Pero la familia no se olvida y las colaboraciones son muchas, desde El Chávez hasta Artifex, frontman de Leónchalon. Un disco imprescindible para entender un poco más al Oeste.

Baltasar Commoto – Blindado

Uno de los últimos guitar heros locales y parte clave de los Fundamentalistas del Aire Acondicionado, la backing band del Indio, se consagró con Blindado como ídolo de los quemados. Doce canciones marcadas a fuego por un metal perverso. Los punteos, riffs y solos de Baltasar Commoto ya son una marca registrada y la muestra de que tiene luz propia. El disco cuenta con invitados de lujo: Solari en “A lo mejor”, Luis Alberto Spinetta en “Hipnotic”, Ricardo Mollo en “Las Penas” y Patan Vidal en “Quién sos?”.

Alvy, Nacho y Rubín – Interpretan a los Campos Magnéticos Vol I

Siempre hacer covers o versiones fue una tarea difícil. Las críticas están al pie del cañón. Alvy, Nacho y Rubín pasaron la prueba con éxito y hasta lograron hacer suyas las canciones de Stephen Merrit. La versión criolla de los Magnetic Fields fue furor este año. Arreglos precisos y una cuidada interpretación por parte de los tres fueron las causas de esto y hay que sumarle que la banda de Merrit tiene varios adeptos en Argentina. A lo largo del disco desfilan gemas como “El galán de la Paternal”, “Ya habrá tiene para el rock and roll” y “Si oh Si”.