La chica del Sur es la última película de José Luis García donde un entramado de eventos sociales en la lejana Corea se mezclan con el intenso recuerdo de un director de cine argentino. Sueños inconclusos y nostalgia motivan este filme exquisito que se balancea entre el documental político y la pasión cinematográfica.

Por Ignacio Barragan

En la noche del 9 de Noviembre de 1989 aconteció un evento singular que cambio instantáneamente el rumbo de la humanidad de los próximos años, había caído el muro de Berlín que dividía a la Alemania capitalista de la comunista. Este suceso de gran trascendencia sepulto gran parte de los ideales socialistas del momento pero como consecuencia positiva motivó la transformación de formas y estructuras políticas ya caducas de la izquierda. Es cuatro meses antes de la caída del muro de Berlín el momento en que se encuentra esta historia y sus sucesos iniciales forman parte del XIII Festival Mundial de la juventud y los Estudiantes auspiciado por la Unión Soviética. El espacio geográfico no podía ser otro que en Corea del Norte, donde los innumerables rumbos de la vida lo llevaron casi por casualidad a un joven José Luis García y su cámara de VHS que daba sus primeros pasos en el mundo del cine.

Todo comenzó por casualidad. Un amor frustrado en Río Negro y un hermano militante de la izquierda lo llevaron a embarcarse en una aventura hacia el lejano oriente de la cual no tenia expectativas claras. Allí, García supo familiarizarse con la izquierda de Corea del Norte, conocer sus comités, participar de una enorme cantidad de debates y promoverse a favor de la caída del imperialismo yanqui sin tener él mismo una posición política definida. Es en este punto de inflexión que se debate entre la fascinación por Corea del Norte y el socialismo reformista del José Luis que aparece Lim Sukyung, una joven estudiante de Corea del Sur que quedo para la historia.

Lim Sukyung es una chica radicalizada del sector capitalista de la nación que promueve la reunificación de toda Corea. Tomando los aspectos fundamentales del socialismo y reivindicando las libertades de la democracia realiza una campaña de gran tenor político que genera esperanza en estudiantes y obreros de todos lados. Lim empieza a ser conocida como “La rosa de la unificación”. En este marco de eventos, el director del filme queda impresionado y prácticamente enamorado de esta valiente mujer que deja un recuerdo inolvidable en su cabeza.

En algún momento las cosas terminan y como era previsto desde un principio la excursión a Corea del Norte debía terminar. Una gran cantidad de cintas de video y la pasión por aquella estudiante son el resultado de José Luis quien por mucho tiempo intento seguir el rastro de aquella famosa chica.

El film La chica del sur es básicamente contraposición, la dicotomía entre el pasado glorioso y el presente gris, la diferencia entre decir y hacer, la mezcla de un corazón soñador y una mente cansada. El largometraje se basa en querer volver a un momento que ya no existe, conocer realmente a Lim Sukyoung, una mujer que con un formidable valor frente a la vida ya no es la misma estudiante revolucionaria del 89’ y que por más que José Luis García quiera recuperar el brillo de unos ojos soñadores solo obtiene el resultado de unas cuantas borracheras leves y deliciosas cenas en la casa de los padres de ella.

Deberán ustedes mismos sacar conclusiones del resto de la película debido a sus múltiples interpretaciones. Siendo un filme profundamente melancólico que se apoya en el genero documental, “La chica del sur” de José Luis García es una obra sin desperdicio. Gracias a la cinemateca del MALBA podremos ver esta película a lo largo de todo el mes de Marzo, los viernes a las 20:00 hs y los sábados a las 22:00 hs.

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