Luciana Tagliapietra edita La Luna, su tercer álbum, y confirma su talento para la canción sensible y acogedora.

Por Claudio Kobelt

Un astronauta flotando en el espacio infinito. Un vaquero caminando en el desierto. Una muchachita cantando desde el balcón hacia la calle, sin nadie caminando por ella. La dulce e hipnótica voz de Luciana Tagliapietra incita cientos de imágenes poéticas, tanto por las letras como por el sonido espacial y profundo que las cuerdas pintan con acuarela en cada canción.

La Luna, su último disco a la fecha, desborda nocturnidad y melancolía: canciones de amor esperanzado susurrado a las estrellas, al oído del que debe volver pero ya no está, y a quien lo quiera escuchar.

Cuéntale de mi a tu mente / pregúntale que vas a hacer / busca las más lindas canciones y sígueme”, dice en “Cántalo” con una dulzura que convence y atrapa. “Sígueme” vuelve a repetir, y ya no la podremos soltar.

En la lírica emotiva y sincera de Tagliapietra habita otro de los grandes imanes de este álbum. “El Gigante”, a dúo con Litto Nebbia y con esa belleza atemporal, es quizás una de las canciones del año. La delicada y sutil intervención de Nebbia, sin imponer su voz sobre la de Luciana, es un acierto más entre las múltiples bondades de esta balada hecha de sonidos pequeños y un sentir enorme que todo lo abarca.

Mi tristeza es un vidrio roto / No te gusta mi tristeza, y a mí tampoco”, entona en “Vidrio Roto”, otro de los puntos fuertes de La Luna, y sigue: “Cuando estoy feliz, todo es real / Soy feliz unos días, y pronto se acaba / Existe el amor, te pregunté / pero me olvidé de preguntármelo”, canta Luciana, inquietando la emoción.

Las dos versiones del tema que da nombre al disco, y una reversión de “Langostas”, originalmente incluida en su primer LP, dejan claro el nuevo camino de la cantautora, su búsqueda melódica y sonora, y un crecimiento innegable e infinito.

En “El Ángel Seductor”, otra tonada destructora que toca justo donde debe, la letra podría ser lo que cualquiera de nosotros le cantaría a Luciana luego de escuchar La Luna: “Sos un ángel seductor / Te lo pido por favor / No me entretengas / Te estoy haciendo una canción”. Y si las canciones que Luciana Tagliapietra traerá en el futuro son como estas, mejor quedarse callado, volver a poner play y mirar la luna, pero ahora, desde allá.//z

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