La infinita búsqueda de la perfección, la despersonalización del toque y una postura contracorriente respecto a las presentaciones en vivo: Augusto Urbini, baterista y líder del trío experimental que se presenta el viernes en Espacio Tucumán.

Por Gabriel Feldman

Fotos de Sol Avena

Augusto Urbini toca batería y es el compositor en Resistencia Chaco, trío que se completa con Nicolás “Mu” Sánchez en guitarra eléctrica y Franco Fontanarrosa en bajo. En el 2009 empezaron tocando como un cuarteto de batería, bajo, saxo barítono y saxo alto junto a Pablo Puntoriero y Ada Rave. Después se sumó el Mu en guitarra. En el 2012 editaron su primer disco, Una puerta roja en algún lugar de la República Checa, a través de Viajero Inmóvil Records y disponible para su descarga directa en Pan y Rosas Discos, un netlabel de Chicago que lo sumó a su catálogo virtual. Lo siguió El mundo entero muere en el 2013, devedé que retrata su presentación en vivo en Ultra Bar. RC tiene la extraña peculiaridad de que la formación que grabó los nueve temas que componen el disco es distinta a la formación que lo presentó al año siguiente. El sonido de la banda refleja las inquietudes de Augusto sobre el ritmo y el groove, y su interés particular en las polirritmias, las subdivisiones y el desarrollo de una técnica de ejecución dirigida hacia la relajación y la eliminación de movimientos innecesarios sobre el set. Sus canciones son piezas extensas, que combinan metal con paisajes sonoros disruptivos, más abstractos. En su primera encarnación los vientos acentuaban los momentos de furia y los picos de autismos, pero luego los arreglos más melódicos se empezaron a comer las digresiones. Para ese entonces ya eran un cuarteto con dos guitarras, preciso y marcial. En el 2014 formaron parte de Salgan al Sol, el compilado de música experimental impulsado por Buh Records de Perú, el resto del año los encontró en boxes, ajustando detalles y preparando un nuevo disco. La semana pasada el ahora trío volvió a tocar en vivo en la ciudad de Rafaela y el viernes 2 de octubre se presentan en el Espacio Tucumán (Suipacha 140).

AZ: ¿Por qué llevó tanto tiempo volver a verlos tocar?

Augusto: Hay varios motivos. En primer lugar, hubo dos cambios de integrante. La formación de dos guitarras que venía tocando no logró plasmar lo que yo esperaba y decidí cambiar por motivos de performance. Ese cambio tomó mucho tiempo de adaptación, y yo aproveché para cambiar otras cosas internas del grupo, entre ellas, la vara de exigencia respecto de los shows en vivo. Necesitaba que la banda rindiera mejor para tocar en vivo. Y esa búsqueda tomó mucho tiempo. Las cosas se siguieron demorando cuando decidí que el grupo quedara en trío, ya que el nuevo integrante tampoco estaba funcionando para la banda. En ese sentido, me manejo igual que con todas las cosas de la vida: si no funciona es preferible reformarlo o cambiarlo, más allá de los riesgos o efectos que eso implique. La semana pasada tocamos en Rafaela y la performance de la banda fue muy buena, como nunca antes, por lo que no solo quedé conforme, sino además contento de haber transitado todo el proceso que describo. Para mucha gente esto es acerca de tocar lo más posible. Para mí es acerca de tocar poco y bien… no sólo desde lo performático sino también desde la infraestructura que presenta el lugar donde se toca.

RC 2015 2

AZ: ¿Cómo es la dinámica con esta nueva formación?
A:
Con Franco y Nicolás tocamos juntos hace años. Nos entendemos fácilmente. Además son dos músicos a quienes no les pasa el ego por arriba cuando tienen que tocar en una banda liderada por otro. Saben interpretar lo que se busca estéticamente y entienden que el hecho de que yo sea el líder de RC es algo circunstancial. Yo he tocado de reemplazo en la banda de Franco (La Mujer Barbuda), y allí los roles se invierten y está todo bien. Es la lógica de cualquier estructura vertical. Además somos muy amigos.

AZ: Desde afuera uno ve momentos abstractos conviviendo con una estructura más reconocible. ¿Cuánto improvisan?
A: La improvisación estuvo en la génesis de la banda, y fue perdiendo terreno paulatinamente. Hoy día se improvisa en los solos de guitarra nada más.

AZ: ¿Cómo sigue la preparación del nuevo disco? ¿En qué etapa están?
A: Hay un ochenta por ciento de música cerrada. Queda algo ahí en el tintero por resolverse. Empezamos a grabar comenzado el año que viene en mi estudio. El disco lo va a grabar y mezclar Guido Coto. Lo vamos a producir entre los dos.

AZ: En una oportunidad me comentaste que el nuevo disco lo tenías compuesto en la computadora y la idea era que cada músico tocara contra la máquina. Un enfoque inverso a grabar en vivo, todos juntos como banda. Incluso, en las presentaciones, fantasear con que cada uno tocaría su parte sin necesidad de una interacción “orgánica” con el resto de los integrantes, sino escuchando sus partes. ¿Qué pensás que aporta este enfoque más mecánico y, en algún punto, más objetivo? ¿Por qué decidiste esa perspectiva para encarar las grabaciones?
A: La búsqueda responde cien por ciento a parámetros estéticos. La propuesta del grupo hoy día es la despersonalización. La descaracterización de los integrantes en pos de un sistema que los maneja desde arriba. Es decir, no importa cómo toca fulano o qué cosas le gustan a mengano, sino que sea funcional a una idea. Y la idea tiene que ver con la mecanización, la automatización, y busca dar un resultado impactante, de un poder expresivo alto. Contrario a lo que se podría dar por sentado, ser orgánico y maleable no es la única forma de ser expresivo ni de plasmar estética. Puesto en términos más teóricos, la idea es escaparle al “yo”. No sos tan importante como vos pensás. A nadie realmente le importa que vos estés tocando ahí.

AZ: ¿Qué música estás escuchando por placer?
A:
La discografía de los Jazz Messengers de Art Blakey, Devin Townsend, Tesseract, Battles, Porcupine Tree.

AZ: Con RC y Antihéroe formaste parte del compilado Salgan al Sol. ¿Se puede pensar en una escena experimental?
A: Sí, la hay. Lo que la define como tal es la incapacidad de ser enmarcados estilísticamente. Creo que de todas formas le falta mucho todavía para realmente convertirse en una escena con impacto. Con trabajo bien hecho sostenido en el tiempo se podría lograr.//z

* Resistencia Chaco toca el viernes a las 20.30 hs en el Espacio Tucumán.  Entrada: $40.

https://www.youtube.com/watch?v=pR8bFdc8uD4