La bajista argentina charló con AZ sobre sus sensaciones en el grupo de Black Francis tras la grabación del flamante Head Carrier, su formación en música clásica, sus raíces argentinas y una colaboración tanguera con Amelita Baltar.

Por Agustín Argento

“Yo me siento americana, pero con cultura argentina. Ahora, por ejemplo, mientras hablamos estoy tomando mate”, le dice Lenchantin a ArteZeta desde su casa en California, donde vive desde los cinco años. Si bien el cronista pregunta en español, la bajista contesta en inglés (“me siento más cómoda y conozco mejor las palabras”, se sincera). Hija de un matrimonio de pianistas argentinos, fue criada con música clásica pero en su adolescencia se inclinó hacia el rock.

Tocó en Zwan y en A Perfect Circle, colaboró con Queens of The Stone Age, produjo bandas y encabezó proyectos personales, entre varias coasas. Además, junto a su hermana Ana –cellista- tocó en un disco de la tanguera Amelita Baltar, amiga de su madre. “Me interesa grabar más cosas de tango y de folclore. Lo siento como un desafío porque no lo toco de la forma tradicional”, agrega la bajista, quien asegura que en su casa no escucha rock, sino que en su equipo de música suele haber clásica y discos de música tradicional argentina, entre otras.

ArteZeta: ¿Cómo fue llegar a este disco como miembro permanente?

Paz Lenchantin: Creo que hacer este disco para mí fue como llegar al matrimonio. Me hizo sentir como si me estuviera poniendo el anillo de compromiso. Estoy muy orgullosa y no sólo del disco, sino también de mi participación en él. Siento que Pixies ya está superando el momento de transición. Cuando llegué estaban trabajando y empezamos a crecer. Hoy los siento como a una familia. Este disco es como una síntesis de ese trabajo familiar. Realmente disfrutamos mucho el proceso y ahora queremos más.

PixiesEntrevistaHeadCarrier

AZ: Tenés una extensa trayectoria en el rock, pero tu formación es clásica.

PL: Quizá mi formación no fue muy convencional porque empecé en la clásica antes de llegar al rock; creo que soy muy afortunada por haber tocado en bandas tan importantes. Mis padres tocan el piano clásico, mi hermana toca el cello, así que estoy en contacto con la música desde que nací. Cuando era chica miraba las manos de mi madre cuando tocaba, así que la música es un amor y una religión para mí. Encontré mi pasión desde la base de mi vida y eso me hace disfrutar mucho de ella. La música no es un camino fácil, sino que hay que transitarlo con mucho amor y pasión. Es como en una relación. Hay que ser muy pasional en esta profesión.

AZ: ¿Hubo cambios en vos desde que quedaste como miembro permanente de Pixies?

PL: No sé muy bien que cambió en mí desde que me convertí en miembro permanente, pero sí, algo cambió. Yo ya estaba preparada para hacer este disco como miembro de la banda. Como en cualquier relación, llegué de forma natural, se puede decir. Estoy muy feliz de formar parte de esta familia. Me siento fuerte, segura y completa con este momento.

AZ: ¿Tenés contacto con Argentina?

PL: Hace mucho que no voy a Buenos Aires. Mi madre tiene un departamento en San Telmo y ella va y viene seguido. Como estoy mucho de gira, cuando llego a mi casa no tengo ganas de salir. Fui hace dos años, pero sé que tengo que ir para allá. Tengo familia, pero también tengo muchos amigos. Mi madre es amiga de Amelita Baltar y mis amigos están en el tango y el folclore.

AZ: Naciste en Argentina, pero vivís desde chica en Estados Unidos. ¿Qué te representa más?

PL: Yo me siento americana. Hace años que vivo en California, pero sigo tomando mate. Tengo raíces argentinas, eso lo reconozco. No sé cómo puede influenciar es a otras personas. Si bien vivo acá y me siento americana, también veo que soy diferente a alguien nacido en Estados Unidos.

paz 3

AZ: Tocaste con Amelita Baltar, un clásico del tango.

PL: Sí, ahí grabé un tema con mi mamá. Como yo no soy una tanguera tradicional, hice un tango no tradicional. Me puso muy contenta poder tocar ahí porque me encanta hacer música y meterme en géneros que no conozco. Me interesa tocar folclore o tango, pero no lo haría en la forma tradicional. Me gusta mucho el tango y me gusta mucho bailarlo, también. Es un desafío tocar esos estilos musicales. Y me encantan los desafíos.

AZ: Volviendo a Pixies, en Head Carrier compusiste y cantaste una canción.

PL: Cuando estábamos en el estudio grabando el disco escribí una canción con Charles [Black Francis] y quedó muy linda. Fue una canción de último minuto y la última que grabamos. Esa canción completó el disco y con la voz de una mujer quedó tal y como lo pedía el sonido de Pixies.

AZ: Con todos estos gustos, ¿dónde encontrás tu inspiración? ¿La buscás en otras disciplinas, como puede ser el cine o la literatura?

PL: No suelo escuchar rock en casa. Toco y cuando estoy en casa intento abstraerme. De Argentina escucho mucho folclore, no bandas de rock. Me gustan mucho las bandas de Mississippi Records, la música clásica y más abstracta. Encuentro más inspiración en la música que no tiene que ver con el rock. También recibo mucha inspiración de otras artes: una de mis favoritas es la pintura. Creo que está muy vinculada con la música.//∆z