El cantante de 52 años fue encontrado muerto durante la noche del miércoles en circunstancias aún sin aclarar, según anunció su representante hace apenas horas. En medio de la sorpresa y la consternación, desde la redacción de AZ ofrecemos un pequeño homenaje a la obra de una de las voces destacadas del rock mundial en los últimos 30 años.

Por Joel Vargas y Sebastián Rodríguez Mora

Apenas algunos trasnochados de las primeras horas de este jueves 18 de mayo se enteraron que Christopher John Boyle, más conocido como Chris Cornell, estaba muerto hacía minutos en su habitación del hotel MGM de Detroit. Algunas horas antes había ofrecido un show en un teatro de la ciudad junto a Soundgarden, con quienes giraba por EE.UU. con entradas agotadas para otras seis fechas durante lo que queda de mayo.

Consternado, su representante Brian Bumbery extendió la mala nueva en un comunicado de prensa, destacando que la familia del cantante ha pedido privacidad y que ya están trabajando con el equipo médico forense para determinar la causa de su muerte.

En la redacción de AZ elegimos cinco canciones para homenajear su carrera en Soundgarden, Temple of the Dog, Audioslave y también como solista. Buen viaje, Chris, y gracias por todo.

chris cornell

Black Hole Sun – Soundgarden

Corre 1994 y el grunge domina el mundo a guitarrazos desde su explosión tres años antes. Superunknown, cuarto disco de Soundgarden incluye este pesado corte comercial que se publica un mes antes del escopetazo final con el que Kurt Cobain empujó el género escaleras abajo. Cornell sufría con su banda por lo bajo, estrechados por el éxito de Nirvana y Pearl Jam. Entre la furia adolescente de Cobain y la potencia de profeta en el desierto de Eddie Vedder, Cornell ofrece en “Black Hole Sun” una de sus mejores cualidades: la moderación del grito, la sensibilidad entre la dicción medida de las estrofas y la épica tormentosa del final.

Hunger Strike – Temple of the Dog

En 1990 Cornell creó Temple Of The Dog para rendirle tributo a su amigo fallecido Andrew Wood, vocalista de Mother Love Bone. De este réquiem participaron Matt Cameron, que por ese entonces era baterista de Soundgarden; algunos ex miembros de Mother Love Bone: el guitarrista Stone Gossard y el bajista Jeff Ament; y también se sumó el guitarrista Mike McCready. Pero en una canción haría coros un tal Eddie Vedder. Esa canción era “Hunger Strike”. La unión de las gargantas poderosas de ambos vocalistas en el estribo hizo que el universo rock se detuviera. Es la génesis de una amistad infinita y, claro, el germen de Pearl Jam.

 

Show Me How To Live – Audioslave

Abría el siglo XXI y las Torres habían caído, una furia indefinida corría por esa autopista interminable que es EEUU. Audioslave parece el soundtrack de esa furia, ocupando el lugar que dejaba vacante Rage Against The Machine con el alejamiento de Zack de la Rocha. La furia de los años Bush precisaba de un cantante, y en 2002 vio la luz Audioslave, el primero de tres discos en la corta pero poderosa carrera del supergrupo. Al principio se los creyó un RATM+Cornell y no mucho más, pero algo limpio, llano y liberador acelera sin fricción por las canciones de Audioslave, algo inédito y a la vez primigenio para el rock. Eso mismo expresa “Show Me How To Live”, que fue prohibido durante un tiempo en su difusión -dada la cantidad de policías burlados y volcados-: el haz de luz entre dos palas mecánicas por donde filtrar “la libertad del alma“, como dice el locutor de radio al principio del video. Es uno de los hitos performáticos del cantante de Seattle.

 

Preaching The End Of The World – Chris Cornell

Las tragedias movilizaban a Cornell, se hacían carne en él. En 1999 edita su primer álbum solista, Euphoria Morning, donde le rinde homenaje a Jeff Buckley, quien había muerto en extrañas circunstancias en 1997. Desde el vamos este disco rompe con el registro conocido hasta entonces de uno de los emblemas del grunge. Hay baladas, despojos, una nueva búsqueda. Se nota la influencia de Buckley hasta en el modo de interpretar las canciones. El cambio de sonido es clave, la culpa la tienen en parte Alain Johannes y Natasha Shneider miembros de Eleven, una rara avis dentro del rock alternativo, a cargo de la producción. Podríamos elegir cualquiera de las doce canciones que componen el tracklist: la dedicada a Buckley, “Wave Goodbye”; el hit “Can’t Change Me” pero nos quedamos con “Preaching The End Of The World” porque es simplemente hermosa. La banda sonora perfecta para esperar el Armagedón y un nuevo comienzo.

 

Audioslave en vivo en La Habana

El 6 de mayo de 2005, a través de un acuerdo entre el Departamento de Estado de EE.UU. y el Instituto Cubano de Música, Audioslave toca gratis en la Tribuna Antiimperialista José Martí de La Habana ante 50 mil personas. Modismos del imperialismo: la administración Bush le permite a una banda abiertamente opositora que se presente en un espacio de protesta regional contra la administración Bush. De cualquier modo, Audioslave tocó en La Habana antes que los Stones y prácticamente antes que ningún otro grupo occidental de los grandes. El show, registrado en un DVD -modismos del imperialismo, parte dos-, resultó el más extenso que haya dado jamás el grupo, el cual dos años después se habría disuelto. Todavía esperábamos una reunión, pero la amarga noticia de esta madrugada apagó para siempre las esperanzas.