Una charla con Sistemática sobre su primer EP, la amistad, su esencia y el entramado de la técnica.

Por Joel Vargas

Una esquina, un grupo de pibes sentados mirando la nada. Una imagen que se repite a lo largo de todo el Conurbano. Pero estos pibes son especiales, los veo en slow motion desde la ventana del colectivo. Son Sistemática, y recuerdo mi segundo encuentro con ellos. Fue una tarde muy calurosa y lluviosa donde fui a entrevistarlos, entre rayos y raíces, a su búnker en San Antonio de Padua. Ese día la electricidad se fue y volvió muchas veces. En la casa me esperaban con birra helada Nicolás Deluchi, cantante, dueño de un misticismo único, y Sebastián Gómez, guitarrista con una verborragia certera. Tuve el privilegio de escuchar su EP mucho tiempo antes de que viera la luz. Recuerdo que les dije que las seis canciones me parecían la banda sonora de una película lyncheana. Pasado el tiempo debo admitir que me equivoqué. El adjetivo era borgeana. Ese día Deluchi me afirmó que Borges está en todo el rock nacional. Debí haberme percatado de esa afirmación. Pasaron los meses y editaron de manera digital su disco, con la particularidad de que cada tema tiene un cuento que lo contiene. De ese modo se logra materializar otra cosa que me él me había dicho: usa la poesía como un elemento que se mete en la canción. Sin más preámbulo, nos metemos de lleno en la conversación que tuvimos.

AZ: ¿Dónde grabaron el EP? ¿Por qué tomaron la decisión de hacer un disco corto?

Sebastián: Lo hicimos en el verano del 2011 en Aéreosilla Records, un estudio casero de Padua, que es de Tulio, un  pibe que conocemos de otra banda. La grabación sufrió varios cambios porque se grabó con una cierta base y después el estudio se mudó. Esa fue la primera etapa. La segunda empezó unos pocos meses después, grabamos algunas violas, bajo y teclado. Los seis temas que se llevaron a grabar fueron los que mutaron más, los que más se desarrollaron y ahí salió la idea de juntarlos, de hacer un corta duración, que sirva como adelanto del disco.

AZ: ¿Esa selección de canciones es por algo determinado?

Sebastián: Las seis reflejan el concepto de lo que hacemos.

AZ: ¿Y cuál sería ese concepto?

Nicolás: Juega con muchas cosas. La música te remite más a un clima, jugamos con los feelings del jazz y el rock. A nivel letras, que es lo que más hago, hay una temática hablando de lo urbano, el choque con la gran ciudad. De la tecnología dentro de lo cotidiano… estamos inundados de eso. La cuestión del progreso, la información al alcance de la mano. Esas son las texturas de las letras, te cuentan una historia que la vivís en tu cabeza. Construyen un verosímil.

Sebastián: Es como mirar eso desde un cantero, con tierras y plantas al lado tuyo. Hablamos de la vida cotidiana suburbana y del ser, saber qué es eso como función de la música.

Nicolás: Como función de todo lo que está ahí. Es lo que nos parece que hicieron nuestros ancestros: Manal, Almendra, Los Gatos, Invisible, Sumo.

AZ Hubo un tiempo prudente a la hora de grabar y de mostrar las canciones. Fue un proceso. ¿Cómo lo ven ustedes?

Sebastián: Nos pasó de que grabamos un simple muy rápido y de una vez. Después no lo sacamos porque a las dos meses la banda ya había cambiado, está bueno esto de hacerlo durante por lo menos un año, seis temas. Eso hizo que el disco se cerrara más, el concepto. Adquirió un peso más importante para todos lo que lo pueden escuchar. Está bueno laburar algo en poco tiempo, en el sentido de que si lo grabás rápido parece que queda un espíritu instantáneo, pero después de grabar algo mucho tiempo te da la posibilidad de poder interpretarlo más y conectarlo con otros conceptos como cosas que ves, que escuchás, que leés. Darle un significado cultural, artístico más profundo, más rico.


 

El primer encuentro con ellos había sido en Castelar, era una noche muy fría. Estábamos afuera del Bukowski Bar, charlamos sobre el show que recién habían terminado. Esa noche estaba con nosotros el Chimu y él se cargó la entrevista al hombro. Era el violero de la banda. El 22 de febrero de 2012 por culpa de la negligencia y la corrupción del poder de turno, el tren en el que viajaba nunca frenó. Es una de las 52 víctimas de la tragedia ferroviaria más cruel de nuestra historia. El chabón tenía el fuego sagrado y un plan, se le notaba en cada palabra que salía de su boca, no dejaba ningún detalle librado al azar pero a la vez era impredecible. Era puro magnetismo. Es puro magnetismo. Él sigue tocando en Sistemática, su esencia los acompaña en cada ensayo, show y decisión que toman. A los pibes se les sumó Federico Chiclana, guitarrista de Yicos, para darle nuevas energías al engranaje.

AZ: ¿Qué sienten con la nueva formación?

Sebastián: Un montón de cosas, primero que nada Fede es uno más de nosotros a nivel humano, algo que es muy importante también. Ya por ese solo hecho y por muchas conexiones en todo lo musical. Es un músico que hace mucho que toca y es un buen guitarrista. Eso sumado a un buen criterio, sobre todo a una apertura mental muy copada a que el chabón entiende la música de una manera que uno imagina como la nuestra.

AZ: ¿Se dio de una manera natural?

Sebastián: Si, muy natural. Es alguien que nos había escuchado muchas veces, ensayaba en nuestra sala también y que también tocó en Chimeneas [NdeR: la otra banda de Chimu]. Fue bastante natural por suerte y eso permitió que pudiéramos seguir con el funcionamiento sin demasiada parada. Parada en el sentido de que tenés que reactivar todo.

AZ: El Chimu sigue vivo, se nota en todo lo que hacen. Cuando tocan las canciones. Ese es el mejor homenaje. ¿Cómo sienten ustedes esto?

Sebastián: Sí vos le pudieras preguntar…

Nicolás: El chabón diría que hagamos lo que nos parezca, y es más, nos diría que hagamos más de lo que estamos haciendo (risas), como siempre.

Sebastián: Es la mejor manera, la mejor que nos sale ahora. Sé que cada vez va a ser mejor.

AZ: es difícil hablar y preguntarles sobre eso…

N: No, está bien siempre y cuando las preguntas tengan un fin constructivo, que sirva para algo lo que estamos diciendo, sí. Obvio, aparte es una parte nuestra que va a estar siempre y es así porque todo el grupo fue armado con él y es inevitable.

S: Más allá hablar de él, seguimos el camino que el chabón nos marcó. Todos los que lo conocimos, porque fue demasiado singular, no me quiero meter tanto en analizar la cuestión, pero fue algo que les pasó a todas las personas que estaban cerca de él porque esa es la marca que tenía su persona. Que tiene su persona, porque es como decís vos: Presente, y no sabés pero presente y bienvenido.

N y S: Siempre estuvo y siempre va a estar

AZ: Eso les pasa a los artistas buenos.

N: Y sí, eso es la prueba de que cuando un artista es re zarpado no importa si hizo tres tremas o  hizo cuarenta discos.

AZ: Lo bueno es que la máquina sigue girando.

S: Y sí, lo que pasa es que la máquina en ese momento paró y se dio cuenta: seguía o se desarmaba y explotaba. Si hubiese pasado eso, hubiera sido como asumir la destrucción de todo y que es precisamente lo contrario de lo que nuestro compañero planteo toda su vida.

N: Me parece que también, desde acá, desde el Oeste, hubo un cambio también de la gente, por ahí piensa un poco más las cosas, un cambio de actitud. Mucha gente que siguió tocando lo mismo, en la misma movida. Eso nos dio la pauta de que también había algo ahí, que había que seguir y capaz que si era una porquería, no sé, lo que estábamos haciendo hasta ese momento, no se iba a seguir en nada, iban a seguir otras bandas y nosotros no. Nosotros nos sentimos como parte de eso, de la escena, como hablamos en la entrevista que hicimos anteriormente. Tocar y  pensarlo todo como un conjunto, un conjunto de música, artistas, críticos, discos.

AZ: Es el recambio, ¿no? Como que se toma una posta.

N: Sí, se toma una posta pero también Fede tocó en Yicos y es de una generación anterior, pero en Yicos era el pequeño. Ahora es el grande (risas).

S: Es que en realidad son muchas más las personas que se dedican a la música ahora. Me refiero a la cantidad de personas en generaciones, yo estoy seguro que lo anterior a esto, diez años para atrás la mayoría hicieron otras cosas, no había tantas bandas.

N: No había tantas bandas acá, la música está creciendo más y está atravesando toda la sociedad constantemente. Eso hace que mucha gente se dé cuenta de que la música es un camino, un camino hermoso. Hay que tener mucha dedicación, eso es muy difícil también, como cualquier cosa.

AZ: ¿Qué quieren ustedes de la música? ¿Qué esperan de ella?

S: Queremos hacer música y ya fue. Es eso, una elección de vida, querer hacer música. Después dentro de eso entran un montón de cosas, que vos en un momento querés que te escuche gente porque vos estás bocha de horas a la semana haciendo música y está bien. Si vas a dedicarte a hacer música, es para las personas. Hoy hay tantos canales, medios, eso abre todo. Hay demasiadas cosas, hay que estar con el oído afilado.

N: Queremos hacer música buena, que la escuche la mayor cantidad de gente posible y después dentro de eso que le sirva para algo a ellos.