Artezeta, junto a diversos sitios especializados del mundo, curó, a pedido del sitio NEOS, lo mejor de la nueva escena independiente del Perú. El resultado es un disco tan sorprendente como imprescindible para cualquier melómano y para todos los curiosos que quieran oír las maravillas del nuevo mundo.

Por Claudio Kobelt

Si a esta altura de la edad del mundo seguimos creyendo que la mejor música, o los más interesantes creadores, están en Estados Unidos y Europa, estamos fritos. Latinoamérica late canción desde el principio de sus tiempos, y si bien es verdad que la influencia de los artistas británicos y norteamericanos fue decisiva para la creación de una música pop en esta parte del mundo, es también cierto que desde aquel entonces hemos avanzado mucho, muchísimo, en la construcción de una música alternativa latina con identidad propia.  Este lado del continente ha sabido dar, y lo sigue haciendo, artistas independientes de calidad y verdaderos referentes a nivel mundial. El ejemplo de Argentina y de Chile, con numerosos artistas de exportación en ambos casos, es quizás el más claro en cuanto a nuevos sonidos latinoamericanos en el mundo y su caluroso recibimiento en otros mercados. Sin embargo, hay otros países del hemisferio sur que si bien poseen una escena musical alternativa profundamente rica y valiosa, que bien podría competir cabeza a cabeza con cualquier país, no logra trascender sus propios límites y darse a conocer fuera de su frontera. El disco que hoy les presentamos es un pequeño gran paso para cambiar esta realidad y lograr que la pujante escena alternativa peruana recorra el mundo, nuestros oídos y corazones, y dejándonos tras algún tiempo de escucha, la firme certeza de tener un nuevo país favorito en producción musical.

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El recomendable sitio NEOS invitó a diversos medios especializados en música independiente a curar un compilado de descarga gratuita sobre la nueva música del Perú, uno de los países con mayor crecimiento en cuanto a escena alternativa independiente. Los medios encargados de la selección fueron: One Heap Wonder (México), El Amarillo (Colombia), Dance to the Radio (Costa Rica), Mérida (Costa Rica), Señor Pollo (España), y por Argentina, ArteZeta. Diversos colaboradores y editores de cada una de las revistas digitales de los mencionados países tuvieron que elegir un numero finito de artistas peruanos entre una larga lista presentada, y así entre la selección de todos los involucrados, se logró lo que buscaba NEOS en su idea original: lograr un compilado que represente a Perú y a su música ante el mundo. La verdad que el producto final no solo cumple, sino que supera ampliamente cualquier expectativa.

El disco contiene 31 temas donde podemos encontrar todos los géneros y estilos pero siempre con una mirada renovadora, enérgica y sincera, dando a cada canción y clima su espacio y su tiempo.

El compilado abre con Laikamori, una más que interesante agrupación que con su tema “Norfolk” hace recordar por momentos al mejor MGMT por su psicodelia tripera, pero con el agregado de una fuerte impronta dream pop y kraut espacial. El track 2 presenta a Jimmy Dorothy, una banda folk con múltiple instrumentación y espíritu inquieto, tal cual lo demuestra la gran canción aquí incluida. Blind Dancers ofrece desde el tercer Track una canción enigmática, desbordante de melancolía oscura y climas subyugantes, con referencias a M83; mientras que Los Zapping estallan de punk pop efervescente con su tema “Archie”, una joyita imposible de no tararear y cantar mentalmente de aquí hasta siempre. Y algo de eso también pasa con “A lo Daniel Johnston” de Negra Valencia, dulce, dorada y atrapante tonada de amor. Una belleza pura, simple y eterna.

John Liar ocupa el track 6 con un rockabilly de garaje rabioso, mientras que la voz del cantante de Crik Faluzi parece partirse en dos para la hondamente emotiva “Caminantes”. La Lá conmueve con un vals íntimo y selvático, mientras que en la pista 9 un shoegaze árido y sombrío rasguña el sonido gracias a la mano y obra de Orquídea. El punk pop vuelve para hacernos bailar y sonreír, pero esta vez de la mano de Almirante Ackbar con “Mujer Fatal”. Un blues detonado de sol y carretera ardiente estalla desde el track 11 a cargo del grupo Planeador, para a continuación abrazarnos en la cálida melodía con aires beatlescos de Pipe Villaran.

La pista número 13, al mando de Neon Dominik, es un track instrumental de música electrónica especial para la pista de baile y la danza frenética en la disco. A continuación, Teleférico muestra una canción repleta de nostalgia, experimentación y climas noise pop. El LoFi también se hace presente y es de la mano de FolkiMonky, para una canción etérea y romántica que bien podría ser de nuestro Maxi Prietto. En el track 16 los legendarios Plug Plug hacen lo que mejor saben hacer: Post Hardcore con vetas de pop, furia y sensibilidad en llamas. Sad Animals entrega “Lullaby”, especie de canción de cuna ambient con tantas texturas como sueños, y Liquidario Celuloide se despacha con “Vértigo Magnético”, un noise rock hecho y derecho, una piña de acero al centro de la mente.

“The Stranger”, de Registros Akásicos, es un krautrock invasivo, penetrante, con una voz susurrante como la punta del taladro. Serto Mercurio llena el aire de sol con sus canciones de pop fresco y lofi, mientras que Ed Bird y Theremyn_4 -track 21 y 24 respectivamente- vuelven a demostrar lo mucho que la escena electrónica peruana tiene para dar. Puna detona los parlantes con sus bellísimos acoples en esa mixtura perfecta entre shoegaze y ambient, mientras que la canción de El Cuarto de Juegos flota como una brisa pasando entre los cabellos de un viejo amor con un country/folk sin tiempo. El grupo Curiosity se vuelve denso y  lúgubremente gótico, planteando un aire espeso y cerrado cortado de inmediato por la frescura y alegría pop de Lagartijacarlo con su tema “Superhéroe Folk”. Le sigue Mind Blank, melodía, armonía y voz femenina que recuerda en cierto punto a Sheryl Crow en fusión con Fiona Apple, a la que se le pega Mundaka, quienes a su vez mezclan el Surf Rock con el Pop alternativo, mientras que la psicodelia se choca con el Post Rock y el Free Jazz en “Los Gritos de Hernán”, de Spatial Moods. Los últimos dos temas del disco llegan vía Eva & John, celebrado grupo de canción shoegaze, y Ravelers, que con “Anaconda” hacen gala de un funk mutante, cósmico y con influencias folclóricas.

Treinta y un canciones muy distintas una de otra, vaya gran muestra del brillante momento de la escena independiente peruana, y pensar que esto es solo la punta del ovillo. Sonido de nuevos mundos es un gran paso de la música independiente del Perú hacia nosotros como publico extranjero al país, pero también un paso enorme, gigante, del público hacia la infinita, activa nueva música peruana, un paso que quizás nos lleve a investigar más de algún artista, un disco, una escena, un género. Este disco funciona como una puerta hacia ambos mundos, con resultados que no pueden ser otros que satisfactorios, aunque más no sea por nuestra natural inquietud y curiosidad humana. Un sonido De Nuevos Mundos, como el peruano, que con sus mágicas melodías empezamos a conocer y admirar, pero también el nuestro, el interno, ese que la música del Perú viene poblar, y solo hay que dejarse llevar, dejarla pasar.//z