La cantante nos cuenta todo sobre su nuevo grupo y su debut Playa Crocante, que presentarán esta noche en Ciudad Cultural Konex.

Por Claudio Kobelt
Foto de Florencia Daniel

Su disco fue uno de los discos más escuchados de Bandcamp Argentina durante varias semanas luego de su lanzamiento. Su nombre giraba en las redes sociales y medios independientes de toda Hispanoamérica. Sus shows eran cada vez más y más convocantes, y sus canciones se convirtieron en hits instantáneos entre un grupo nutrido de fanáticos que no dejaba de crecer. Pero ella no se cansaba de aclarar que eso era un cierre, que ese primer disco se llamaba Hasta Nunca (2014) porque era su forma de despedirse de esas canciones que la habían acompañado tanto tiempo, que no se sentía relacionada con el pop que la comparaban, y que en el mismo momento en que salía ese disco ella estaba trabajando en un proyecto más punk. De a poco fue dejando de tocar esas canciones, de presentarse sola en vivo, y si daba un show era con un grupo y con un sonido mucho más salvaje y pleno de distorsión. Con plena decisión y convicción, Sol Marianela dejó de ser la chica del pelo de colores, la guitarra criolla y el folk-pop, para convertirse en la frontwoman de Amor en la isla, nuevo grupo de surf pop garagero. Y ahora sí, esta nueva propuesta, forma, y ruido eran el lugar que tanto había buscado.

Luego del ep Un lugar para vivir (2015), el grupo no descansó y trabajó junto a Gregorio Martínez –Los Brujos y Buenos Aires Karma- como productor para Playa Crocante (2015), el Lp  que en algunas horas estarán presentando en Ciudad Cultural Konex, con Julián Desbats como invitado abriendo la noche con sus canciones.

Charlamos con Sol acerca de la transición solista-grupo, y si volverá a aquel formato. Luego se sumaron Nacho Flores –Bajista- y Lucas Mariño –Baterista-, la otra parte del trio, que nos terminaron de contar sobre este nuevo sonido, sus referencias, el proceso de grabación, la escena independiente, y mucho más. Todo mientras Sol no podía disimular su felicidad por tener finalmente el grupo que tanto soñó.

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ArteZeta: ¿Es Amor en la Isla  el grupo que siempre quisiste tener? Cuando se te relacionaba con el pop y el folk, vos siempre decías que eras más cercana a Boom Boom Kid y el punk ¿Sentís que con Amor en la isla pudiste plasmar finalmente lo que hace años tenías ganas de hacer?  

Sol Marianela: Sí, totalmente. Amor en la isla es mi Nirvana. No podría estar más contenta con este grupo y con mis compañeros. Siento que si somos conscientes de lo difícil que es lograr armar una banda y de lo mucho que hay que trabajar para mantenerla, y la cuidamos, podemos desarrollar mucha música juntos en el futuro, además de toda la diversión que nos espera. La parte artística me intriga un montón y estoy ansiosa por los discos que vendrán.

AZ: ¿Entonces por qué tardó tanto en llegar el grupo?

SM: Mis mudanzas eternas de ciudades y país fueron definitivamente responsables de no poder anclarme en un lugar como para afianzar relaciones con otros seres humanos músicos. Tuve bandas en Villa Gesell en diferentes momentos en los  que viví allá. De hecho, Amor en la isla no existiría si no hubiera decidido en 2009 venirme a Buenos Aires. Ese año empecé a tocar sola en Capital pero puse un aviso en internet buscando músicos. Ese aviso es responsable de mi mudanza al Oeste gracias a que lo respondió Nahuel, de Morón, que estuvo tocando conmigo y con Nacho durante 3 años.

Nosotros decimos que Amor en la isla se empieza a gestar en 2014 cuando Lucas (Mariño) se sumó a tocar la batería a mi banda “solista”, que en el 2015 se reformó a trío y adoptó este nombre. Pero con Nacho ya llevamos casi 6 años tocando juntos. Lleva tiempo todo, y la clave fue decidir permanecer mucho tiempo en un mismo lugar. Pero el plan siempre fue lograr este trío del amor que logramos ahora.

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AZ: Hay un dato que no menor, y es que en las encarnaciones previas de Amor en la Isla, incluso con sus mismos integrantes, se llamaban “Sol Marianela y los…” sumando algo que variaba cada tanto como “Los Superchinos”, “Los Kalkers”, ¿Por qué esta nueva idea de sacarte del foco del nombre y pensar en el concepto como un grupo integral, comenzando desde el nombre?

SM: Siempre me chocó que fuéramos cuatro o cinco tocando pero que llevara solo mi nombre. Y a la vez fueron tantos años de presentarme y presentarnos como “Sol Marianela” que realmente era contraproducente en cuanto a convocatoria y difusión. Entonces para integrar a mis compañeros le agregaba un “Y los…”. Esto empezó en 2010 como “Y los leñadores” con Nahuel Suárez en bajo, Joaquín Sáez en eléctrica y Emi Videla (De Los Japón y Los Subterraneos) en batería. Luego en 2011 fue “Y Los Polenta”, con Nahuel y Nacho (la formación anterior ensayaba entre Capital y La Plata, así que fue muy complicado y se disolvió). En 2013 llegaron Ignacio Castillo en eléctrica y Luis Zunino en batería (ambos de Temporada de Tormentas) y éramos “Y Los Lejanos”, por eso de que éramos todos del Lejano Oeste… y finalmente en 2014, post Hasta Nunca, armé Los Kalkers, que a veces lo anunciábamos como Sol Marianela Y los Kalkers y en una fecha flasheamos y fuimos Los Súper Chinos. Felizmente puedo decir que la era de los “Y los” ha finalizado. Larga vida a Amor en la isla.

AZ: Hasta Nunca fue un gran suceso, pero recuerdo que escuchándote en entrevistas y shows de esa época, ese disco y esos recitales se sentían como una manera catártica de cerrar una etapa y desprenderte de esas canciones de más de diez años, para poder avanzar a este nuevo sonido. ¿Fue realmente así? ¿Cómo ves hoy tu trabajo solista?

SM: Si, por eso elegí el nombre Hasta Nunca, y en la portada hay una criatura de porcelana muerta, que vendría a ser yo. Si bien los temas del disco son todos cosecha 2013/2014, quería dar por finalizada la etapa solista. Lo gracioso es que el disco gustó tanto que más que finalizarla le di un gran comienzo (risas).

AZ: ¿Te planteas retomar tu obra solista como algo paralelo en algún momento o lo rechazas de entrada?

SM: Realmente no tengo ganas por ahora, pero es seguro que en algún momento vaya a grabar algo sola, mas no lo busco ni lo planeo. Lo que sí, pronto saldrá un EP de 2 canciones que grabé con la producción de Juanito El Cantor el año pasado. Es un tema “nuevo” (en el momento de grabarlo) que prácticamente no lo toqué en vivo. Y el otro es uno que me gustaba mucho y no entraba en el concepto de Hasta Nunca, que se llama “La posta”.

La realidad es que con Amor en la isla siento que puedo hacer, componer y tocar lo que quiero, y me divierte muchísimo más componer un tema y seguirlo rápidamente en compañía de los chicos, el ritmo de sus instrumentos me es fundamental. Entonces no hay una necesidad de hacer otras canciones en paralelo. Pero cuando haya un material que me guste y que lo note muy introspectivo puede ser que haga un disco sola de nuevo, algún día.

AZ: En Amor en la Isla hay mucho de power pop, punk, surf, algo garage y un poco de oscuridad también ¿Cómo describirían Uds. la música de Amor en la Isla?

SM: Yo siempre digo que es garage, surf punk y pop, por ahora. No nos cerramos realmente, veremos cómo evolucionamos.

Lucas Mariño: Para mí es una amalgama de emociones representadas en música de un trio, que traspasa la realidad y el presente haciendo canciones. Respecto a géneros no lo puedo encasillar, pero una mezcla de todos esos géneros que hacen que las canciones sean re Amor en la isla.

Nacho Flores: Canciones playeras, con espíritu punk. Para hacerla corta.

AZ: Justamente la mayoría de las canciones hablan de la playa y el mar, algo que no pasaba en tus canciones solistas. ¿Se dieron cuenta que había un hilo conductor ahí con la idea de la isla, la playa…o solo sucedió?

SM: En verdad tengo muchas canciones previas a Hasta Nunca que hablan del mar. Una se llama “El mar”, justamente. Otras son “Ir a la playa”, “Crudo invierno”, y en mi disco hablo  de Villa  Gesell, en “Ramitas” puntualmente, y en muchas otras indirectamente. Las imágenes de  mi vida en la playa estaban en mi cabeza al momento de escribir las letras.

Cuando empecé a mudarme me pasaba de no poder respirar porque no había mar en la ciudad donde estaba. De sentir el ahogo real por esa ausencia que fue muy parte de mi vida. Todo lo relaciono con Villa Gesell.  Y eso volvió en Playa Crocante, sin buscarlo, donde  definitivamente fue un impulso que nos dio el nombre de la banda. Lo loco, lo que me maravilla, es que Amor en la  isla  siempre estuvo ahí ¡pero no lo sabíamos!  (Ndr: Amor en la isla es un anagrama de Sol Marianela).

LM: El mar, como hilo conductor, estuvo siempre. Porque primero teníamos un concepto de viaje -con el tema “Vacaciones en Japón”, que no está en el disco pero tocamos en vivo en varias oportunidades- y de cruzar el mar. Después Sol hizo varios temas playeros consciente de que el disco naturalmente estaba tomando ese camino, y también en base a que el titulo original iba a ser Muerte Paraíso.

SM: Si, cuando pensábamos el nombre del disco nos dimos cuenta que teníamos en partes iguales oscuridad o temáticas tristes, y ritmos playeros o imágenes de la costa y el mar. Además, la banda tiene un nombre muy playero. Amor en la isla nos suena a paraíso total. Entonces habíamos dicho “Busquemos dos palabras que envuelvan esa dualidad”, y de primer ejemplo dijimos Muerte Paraíso -mientras íbamos en bici a un ensayo-. Nos re gustó y estábamos súper convencidos. Pero antes que termináramos de grabar el disco, Las Piñas anunciaron el lanzamiento del suyo, y el título: Espanto Caribe. Al toque le escribí a Antonela, la baterista, para contarle el flash de la coincidencia, y que le íbamos a cambiar el nombre. Nos costó encontrar un título que nos identificara y nos gustara más que la primera opción. Hasta que una mañana salió Playa Crocante. Definitivamente me gusta más. La palabra “Muerte” no era muy tentadora.

AZ: ¿Hubo algún artista, grupo, disco…cuyo sonido y/o estilo haya servido de referencia o influencia al momento de grabar Playa Crocante?

SM: Para mi Best Coast para las canciones más pop, y The Muffs en general. Luego siento presencias de haber sido muy fan de PJ Harvey, por ejemplo, pero no es hacia donde quiero ir.  Y bandas de garage surf que escucho por Bandcamp, como mis amigos de The Kitsch, o Hinds, Los Nastys, The Acquadolls, Cumstain, etc. El próximo EP va  ser aún más garage surfero. En un par de meses ya lo vamos a grabar. Tenemos todos los temas y el nombre del disco.

NF: Somos clásicos. Queríamos algo crudo y directo. Al principio una de nuestras referencias  era Shellac, pero cuando el disco fue tomando una forma más cancionera, reapareció Pixies, apareció The Muffs. Para mí la referencia como bajista siempre es Lou Barlow, de Dinosaur Jr., aunque al final los temas pedían algo un poco más sólido.

SM: Al momento de masterizar, con Estanislao López, utilizamos de referencia el último disco de Paramore y también el último de The Muffs. Esa mezcla de garage punk roto pero a la vez con voces bien claras y presentes. Queríamos plasmar lo que somos, pero que todo sonará lo mejor posible, lo más fuerte posible sin perjudicar el sonido.

AZ: ¿Cómo fue el proceso de composición de las canciones de Amor en la Isla? ¿Cambió ese trabajo al ser ahora un grupo?

SM: Las canciones las compongo yo primero, enteras, guitarra y melodía, y a veces también con la letra todo a la vez. Luego se las muestro a los chicos y las tocamos juntos en la sala.  Lucas va probando ritmos, nos pregunta, sugerimos, y lo mismo con Nacho y sus líneas de bajo, o con mis arreglos. Siempre nos consultamos si nos gusta, aunque rara vez no aceptamos de una lo que cada uno propone, porque todo sale muy natural.

AZ: ¿Cómo llegan a Gregorio Martínez, bajista de Los Brujos y de BAK, como productor? ¿Qué creen que aportó él a sus canciones y sonido?

SM: Es gracioso porque él se acercó a nosotros apenas armamos Amor en la isla. Nos conocía de ser “Sol Marianela”, y nos paró en la calle el día de nuestro primer reci como grupo y nos invitó a grabar en su estudio. Fuimos, pegamos onda, terminamos armando nuestra sala de ensayo en su casa. Y naturalmente, como él tiene mucha experiencia y se convirtió en nuestro amigo, lo fuimos invitando a los ensayos para que opinara de las canciones nuevas y nos ayudara. Como sus sugerencias nos gustaban, yo planteé que podría ser el productor del disco. A él le encantó la idea. En el ep Un Lugar para vivir no tuvimos producción y eso se nota. La pre producción arrancó en Septiembre de 2015 y Goyo estuvo en todo el proceso, desde que nacía la canción hasta que grabamos el último coro. Siempre respetó nuestras ideas y los formatos de las canciones, y emprolijó mucho detalles de las canciones, tanto de nuestra ejecución como post producción, que al sumarlos dan como resultado un disco cuidado de punta a punta.

NF: Definitivamente Gregorio aportó mucho en arreglos, en terminaciones, y además ayudó a pulir los detalles de las canciones desde su visión externa a la banda. También en los efectos de sonido de los instrumentos, haciendo uso de su experiencia como músico y casi sin tocar la estructura de los temas.

AZ: Sol, tanto con tu proyecto solista como ahora con Amor en la Isla pudiste recorrer los escenarios del under de todo el país durante muchos años ¿Cómo ves este momento actual de la escena independiente teniendo en cuenta todo este recorrido?

SM: Yo puedo opinar desde el 2009 que me mude a Buenos Aires porque antes tocaba por la Costa solamente. Creo que la escena ha crecido hermosamente. Estamos en un momento cultural muy rico, hay muchísimas bandas, mucha gente joven trabajando la música independiente con amor y compromiso, eso se nota, y contagia. El interior también está súper vivo y no vemos la hora de recorrerlo todo presentando nuestro disco.

AZ: ¿Y si tuvieran que nombrar algunas propuestas de grupos o solistas locales que sientas afín, ya sea en lo musical como en búsqueda y espíritu, o que simplemente les gusten mucho, cuales nos recomendarías?

SM: En este momento las bandas que más me gustan de por aquí son Riel, Las Piñas, El Sur, Niveas, Fuchi, los Rusos… Recomiendo a Tani y a Valentina y Los Bindis también, y a su vez a sus bandas: 1995 y 1994, respectivamente.

LM: A mí me gusta mucho Marina Fages. No sé si estamos en la misma búsqueda espiritual o musical, pero me gusta lo que hace como artista argentina. Y en cuanto a búsqueda me parece que estamos como en la misma energía que Los Rusos y Las Piñas. Como que van para adelante, tocan seguido, se esfuerzan, son independientes, son algo nuevo y fresco.

NF: De alguna manera nos sentimos hermanos o amigos de varias bandas locales, como Fuchi, o Temporada de Tormentas, aunque ni estemos linkeados en los géneros. Y también hay bandas que nos gustan mucho como Riel, El Sur, El Hombre Anormal, y Remis Espacial, por ejemplo.

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AZ: ¿Por qué el Konex para presentación del disco?

SM: Recibimos la invitación para volver al Konex en el momento justo. La presentación iba a ser en el Centro Cultural de España con entrada libre y transmisión por streaming. Eso nos gustaba porque así podrían ver el show en otras partes del mundo como México, Estados Unidos o España, que son países donde se editará Playa Crocante. Pero lamentablemente dieron de baja el ciclo. Justo en el momento de desesperación de “¿Y ahora donde presentamos el disco?” me llamaron de Konex, y está buenísimo. Preparamos un show con sorpresas donde nos aprovechamos bien de las instalaciones y el espacio.

AZ: Para los que aún no los vieron en vivo y quieran saber de qué se trata ¿Cómo les contarías  que es un show de Amor en la Isla en vivo?

SM: Somos energía, baile, canciones que cuentan historias. Este show particularmente es uno de esos que cuidamos mucho, donde nos representa no solo la música  sino también la parte visual. Y es apto para todo público, ya que estamos en vacaciones de invierno, pueden venir con sus hermanitos, hijos, sobrinos, con sus novias, novios, ¡Todos bienvenidos! Hay butacas para mayor comodidad, como si fueran a ver nuestra obra de teatro. Pero es probable que sus cuerpos le pidan pararse y bailar.//z

Amor en la Isla presenta en vivo Playa Crocante
Artista invitado: Julián Desbats
Hoy 21 Hs en Ciudad Cultural Konex. Sarmiento 3131, CABA.
Entradas anticipadas con disco al Facebook del grupo, o generales vía Ticketek.
Entrada en puerta: $140.-