Charlamos con German Jara, creador de Mozcu, una plataforma innovadora que viene a renovar la difusión de la música emergente latinoamericana.

Por Claudio Kobelt y Joel Vargas

 

MOZCU.com es una plataforma revolucionaria.  Renovando el concepto de distribución de música por internet, el sistema apuesta a un oyente activo y consiente dejando a su cargo la valoración monetaria de cada disco que desee descargar. Es decir, es el consumidor quien establece que precio pagar por cada descarga realizada, y es este un valor sin techo ni piso,  pudiéndose asignar desde $ 0 (Cero pesos = sin costo) hasta la cifra que se les ocurra.

Otro punto clave de Mozcu es que no cobra ningún tipo de porcentaje  por cada pago realizado. El 100% de lo depositado va directamente al artista responsable del disco. Mozcu solo funciona como un intermediario sin ningún tipo de redito económico en cada transacción. Amor al arte, revolución pura.

Respecto de este sistema, su historia, su futuro y su relación con la escena independiente hablamos con German Jara, el principal creador y responsable de la bestia que plantea un nuevo camino en la industria musical.

ArteZeta: ¿Cuándo comienza Mozcu?

German Jara: A principios del 2012. Venía con una idea, una noción, y en el verano del 2012 me puse a hacer los primeros bocetos en mi casa en Chile. El primer prototipo salió en Abril, y el lanzamiento oficial fue en Junio de ese año.

AZ: ¿Con que necesidad surge esta iniciativa?

GJ: Había una cuestión que me molestaba. Ciertas injusticias que surgen inclusive  dentro del under. Noté que cuando un artista estaba creciendo, o ya era una figura emergente, comenzaba a cobrar sus discos, y esa transición no me parecía muy justa con otros artistas que no eran tan conocidos. Y eso por ejemplo lo permitía Bandcamp, que no era una idea muy cerrada en el concepto de distribución: “Si yo quiero cobro, si yo quiero lo pongo gratis…” teniendo además dentro de eso ciertas limitaciones: Si es gratis solo tienes 200 descargas posibles, y después de eso tienes que pagar para que puedan seguir descargándolo. Para mí no era un modelo de futuro. Yo siempre pensé que el oyente es el responsable del surgimiento de nuevas cosas a nivel cultural.

AZ: Y desde el comienzo de la idea hasta hoy, ¿que fue cambiando en vos en  tu manera de pensar la música?

GJ: Mas que cambiar, ratificar.  Que el valor depende del oyente, no del músico. El músico ya genera una pieza rica de potencial ilimitado, pero es el oyente quien le asigna ese valor. No tiene ni una base ni un límite. Por ejemplo en Mozcu han hecho descargas de u$s 100 por un disco, y eso es algo que rompe con el paradigma de la industria que establece que un disco tiene que costar promedio u$s 10, y esto rompe completamente la lógica de la distribución tradicional. Si bien existe la posibilidad del valor cero ($0) nunca aposte a que fuera gratis, es un modelo que apunta a la conciencia del oyente.

AZ: ¿Y con este modelo encontraste resistencia de parte de algunos artistas? Por ejemplo, que quisieran establecer un precio único y fijo.

GJ: Si, hay algunos que pusieron sugerencias de ese tipo, pero más me sorprendieron algunos casos que tomaban esta propuesta como si fuera “a la gorra”, como estar mendigando. Otros me dijeron “es un regalo, quiero que lo descarguen gratis” y lo ponen en la descripción del disco “Descárguenlo gratis poniendo $0”…todo tipo de casos.

AZ: La pregunta inevitable es si partiendo del concepto que tengo la opción de poner como valor $ O, es decir elegir no pagar y descargar gratis, ¿funciona realmente el método de pago a voluntad?

GJ: Ayer veía una entrevista TEDx a una chica que es artista callejera, que trabajaba a la gorra, es decir que no tenía un  sueldo fijo, pero al revisar sus ganancias se dio cuenta que por semana más o menos recaudaba lo mismo. Es decir, que si la idea es buena la gente lo va a devolver.  Y cuando lo bajas sin pagar, si bien no hay un ingreso directo económico al músico, si hay recompensas por otro lado. Muchas veces ese usuario de verdad no tiene dinero para pagar el disco, pero ese mismo oyente te puede abrir un montón de puertas con su difusión y compartiendo y recomendando ese disco. Yo creo que es muy rico que alguien pueda descargar gratis un álbum, abre un montón de caminos. Es más o menos el mismo juego que tiene la industria musical cuando dice que va en contra de la piratería, pero la piratería es un canal fenomenal que abre puertas increíbles. No sé cuántos discos de The Cure se venden en la Argentina pero viene The Cure y llena un River.  El otro día pensaba en esto de asignarle valor a una obra, que depende de cada oyente: Tu piensa en alguna banda amiga, cercana, y piensa en el proceso de producción que tienen para un disco, y hay muchos elementos que no tienen  costo, como que son voluntades: alguien que colabora, alguien que presta un micrófono, una guitarra…ya no cae en una lógica de costo/beneficio. Hay un gran porcentaje de ese disco que se generó de voluntades, voluntad de otras personas. Lo mismo ocurre hacia afuera, desde el productor hacia el oyente, que depende de la voluntad del oyente. Una estructura que no se puede definir en costo/beneficio.

AZ: Simon Reynolds, un  conocido critico de rock, dice que el under deja de ser tal al democratizarse la difusión. Teniendo en cuenta que Mozcu difunde artistas sobre todo independientes, ¿el under no deja de ser under y se convierte en una especie de sub-mainstream con este nuevo alcance?  ¿El under debería estar “off-line”?

GJ: Con las herramientas que hay en Internet todos tienen el mismo potencial de difundir como no lo habían podido hacer antes, pero a su vez hay una inversión fuerte de la industria que va aplastando a estos artistas.  Por un lado están las herramientas que permiten que vos llegues a ser conocido siendo independiente, y por otro lado sigue la inversión de la industria que te va quitando público. Hay un porcentaje muy importante de audiencia que no se mueve pero te lo quitan. No permiten que lo independiente llegue a ellos.

AZ: Durante el 2012 surgió Geiser Discos, una subdivisión de POP ART dedicada a la música de la nueva escena independiente, fichando y promocionando con su infraestructura de multinacional  a  grupos de dicha escena, con todo lo bueno y lo malo que eso conlleva. Me gustaría saber tu opinión al respecto.

GJ: En Mozcu no hay rankings. No pongo banners “descarguen tal disco”. Yo me centro en solo ser una herramienta que le da la misma posibilidad a todos los artistas. En el caso de Geiser lo que agarra son ciertos elementos que se van destacando en el under y tratar de vender con ellos. La crítica que yo le hago a la industria es que tiene un catálogo casi obsoleto. Ahora casi que no es atractivo para un artista firmar con un sello ¿Qué te ofrecen? ¿Cantidad de copias? ¿Distribución física?… que también es muy limitada al ser territorial, que con la red social la alcanzas en un día, y en una semana mucho más de lo que llega una distribuidora.

AZ: Pero justamente ese aparato de una compañía grande permite mayor difusión, mayor llegada a medios masivos, a más público,  de artistas que de otras maneras…

GJ: A nivel distribución del material fonográfico me parece casi absurdo, netamente un romanticismo del disco, pero no sé si es una buena herramienta para difundir. Una persona que ve el disco de Viva elástico en Misiones y nunca lo escucho, no lo compra…pero si viene acompañado de esa bomba de los medios, revistas, radios…eso suma.  Para el artista es muy tentador. El músico solo quiere que más gente lo escuche. Tocar en escenarios más grandes, y esas propuestas son más que tentadoras.

AZ: Pero si antes hablamos que la industria frena de alguna manera la llegada de  las  bandas independientes al público… ¿qué posibilidades tienen estos artistas al trabajar fuera de esas compañías y todo su aparato?

GJ: El caudal de bandas independientes cada vez es mayor, y con las nuevas tecnologías el nivel de producción es abismal respecto de lo que puede controlar la industria. Tomar una banda, buscar un talento, llevarla al estudio a grabar…ya pasaron cien bandas que ya grabaron y subieron su disco a Soundcloud, a Bandcamp, a Mozcu. La industria ya perdió el control.

AZ: ¿Que referencias fueron claves para crear MOZCU?

GJ: Uno de los hechos que más me marcó fue la distribución de IN RAINBOWS, de Radiohead (ndr: Álbum editado en el 2007 cuya descarga oficial era previo pago de un precio  que cada usuario establecía) Ese fue un evento que me marcó. Al ser una banda consagrada y vender millones de discos en esa modalidad, me pareció muy interesante.   Que hayan ganado no sé cuántos millones de dólares en un mes y con un precio voluntad, con un promedio de venta a u$s 7 por disco…una barbaridad.

AZ: Pero también podes pensar que eso lo puede hacer Radiohead por su fama, su reconocimiento mundial…otros grupos menos conocidos, no. Tienen que seguir vendiendo discos…

GJ: Pero ahí caemos en que el material fonográfico sea el sustento de tu carrera, y eso es lo que está cambiando. Y tampoco sé si la respuesta es el espectáculo…

AZ: Pero si es la muerte del disco como unidad física, ¿Qué  pasa con la idea del apoyo  económico para el artista?

GJ: No lo sé… porque para mí la respuesta tampoco es el concierto. Porque muchos dicen “bueno regalamos el disco para que nos conozcan y vayan al show” y no lo sé…no sé qué tan atractivo sea hacer conciertos en streaming, quizás sea una buena salida…pero no lo sé…Hay que pensar nuevas maneras.

AZ: Si bien es sabido que internet facilito mucho las cosas  a la distribución musical independiente, algunas voces hablan que quizás lo hizo en demasía: Hay tanto material nuevo disponible todo el tiempo, que el oyente abandona aquel espíritu de búsqueda y toma lo primero que encuentra, para bien o para mal…

GJ: Pero ese “facilismo” siempre estuvo. El escucha pasivo siempre estuvo, y siempre estará. Antes era la radio que te entregaba el contenido ya digerido, y vos escuchabas ese disco que te pasaban. Ahora tenes muchas más herramientas, y a mi entender eso genera que seas más inquieto, que busques. Claro que hay publicaciones más tradicionales que entregan rankings y donde tú puedes ir y consumir de forma ciega, pero ahora tienes las herramientas para navegar e investigar.

AZ: También se menciona como punto negativo que ese flujo constante de música nueva  sea tan abundante que un  álbum se termina perdiendo entre todo el enorme volumen de lanzamientos que hay,  que solo podes acceder a un par de temas y ahí los discos terminan perdiendo el concepto de obra integral, conceptual.

GJ: Hay un flujo de información tan grande que hay discos que son solo un puñado de canciones y pero también hay muchos más discos conceptuales. Hay mucho, la posibilidad es infinita. Es mucho más democrático, Quizás como usuario te veas desconcertado y no sepas para dónde agarrar, pero como creador te sientes mucho más libre: no dependes de EMI, de un contrato, de las condiciones, de tener un hit…y en ese sentido pueden estar mucho más tranquilos.  La diferencia con otras épocas, es que la tendencia, la moda por decirlo de alguna manera, ya no depende de pocos sujetos, ahora es una cuestión masiva. Ya no depende de que una revista empiece a poner tapas con gente alternativa y entonces todos se vistan de alternativos.  Antes quizás sí, te limaban la cabeza con rock barrial, y todos éramos rock barrial. Pero que sucede ahora que hay de todo, con plataformas que no sobreestiman cierta tendencia, y que son democráticas de verdad.

AZ: Una diferencia clara  entre Bandcamp y Mozcu es la opción que brinda Bandcamp de comprar el disco físico, cosa que Mozcu no.

GJ: No comparto esa corriente porque me parece muy limitante en ciertos aspectos, (para el artista independiente que debe solventar ese gasto de realización, impresión y todo lo que lleva un disco físico) y a eso no apunta la plataforma. Apunta a ser una herramienta de distribución y difusión de música digital. En algún momento surgió una leve idea de edición que apuntaba más al vinilo como una respuesta a eso, más concreta, pero tampoco me cerró del todo, y tampoco tuvimos los medios para hacerla.

AZ: Y con esta velocidad, este ritmo tecnológico, y que el año que viene todo puede ser distinto a lo que estamos hablando ahora ¿Cuál es el futuro en estas plataformas?

GJ: Internet no es nada más que una red, tú  tienes que ofrecerle las herramientas al usuario para que lleven esa red a otros niveles, que puedan converger ciertos medios. Imagínate con los Videojuegos, algunos dicen que es la evolución del cine…son posibilidades que se van abriendo, universos que uno no ha explorado y se pueden ir explorando. Quizás ya no nos tenemos que quedar con el disco, y en vez que haya millones y millones de discos surge un nuevo formato. Y eso surge solo, de que se juntó un artista audiovisual con un músico y se unió uno que trabaja en videojuegos y sacaron una pieza completamente diferente que cambia la industria, y quizás no es Mozcu y es otra plataforma… y es así, un flujo constante. Tiene que ser así. Tiene que ser libre para que vayan surgiendo nuevas cosas. Si seguimos de la mano de la industria vamos a seguir comprando discos solo para alimentar la industria.