Con traducción de Miguel Ángel Petrecca, Adriana Hidalgo publica por primera vez en Argentina una obra del destacado escritor chino, hasta ahora, desconocido para nosotros.

Por Juan Alberto Crasci

Cui, un fabricante e instalador de sistemas de audio, atraviesa una debacle personal: su hermosa mujer lo abandonó, su madre agoniza y vive de prestado en una casa de su hermana, que, junto al marido, deciden desalojarlo. Cui, a sus 48 años, se encontrará sin hogar y se verá forzado a incrementar sus ingresos para poder mudarse. Con la sencillez de artesano que lo caracteriza, se dispone a aceptar cualquier requerimiento de sus nuevos clientes. Así llega a su vida Ding Caichen, un millonario de pocas pulgas vinculado con la mafia, que le encomienda la tarea de armar el “mejor sistema de audio del mundo”. Meticuloso en su trabajo, comienza la búsqueda de las partes para el armado del amplificador. Su confusa vinculación a Ding Caichen terminará modificando su visión de la vida.

El invisible expone la decadencia de la sociedad china contemporánea invadida nuevamente por el capitalismo feroz. “No hay ni una sola persona que pueda llevar una vida decente”, dice el narrador, haciendo especial énfasis en el descrédito y la falta de respeto a la que día a día se someten los artesanos, años atrás muy respetados en la sociedad china: “Hoy en día, el estatus de un artesano no es muy diferente al de un mendigo. Tal vez esos intelectuales tan eruditos son capaces de explicar con lógica implacable las transformaciones de la sociedad, pero de acuerdo con mi humilde entender nuestra decadencia comenzó desde el momento en que se empezó a pisotear de manera deliberada a los artesanos.” La sabiduría oriental, milenaria y parsimoniosa, es arrasada por el avance furioso del modo de vida del capitalismo. Esto también se manifiesta en el trato con personas con un grado mayor de preparación o educación que él: “Mi experiencia de tratar con profesores universitarios me había enseñado que todas las personas con cierto saber tenían una facilidad increíble para hacerte sentir una basura”

Cui se desliza por la vida sin profundizar demasiado en aspectos puntuales de la existencia. Es, como el título lo indica, una persona invisible, tratada con desprecio o condescendencia por los demás. Se aferra a su trabajo de forma metódica y precisa, como modo de resistencia, de oposición a la nueva forma de vida volcada a la búsqueda de prestigio o ascenso social a toda costa. Sin embargo, la extraña relación con Ding Caichen, le brindará hacia el final de la novela otra oportunidad. La vida, misteriosa y difícil de explicar, se mostrará nuevamente bella, si poco se la cuestiona y si se acepta la propia condición de existencia.//∆z

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