El multifacético cantautor habló acerca de su presente, su futuro disco, su forma de ver la música y de atravesar la experiencia de la creación artística.

Por Pablo Díaz Marenghi

El nombre de Diosque aparece como un mantra polisémico en la escena emergente de Buenos Aires hace casi más de diez años. Seis letras que remiten a uno de los hacedores de melodías más curiosos del panorama actual. Su primer disco, I Can Ción (2007), fue producido por Daniel Melero y editado por Pop Art/Sony Music. Aquí el músico expuso tan solo una de sus múltiples caras: canciones acústicas, de guitarra y voz, que ya dilucidaban un imaginario con escenas oníricas, historias de amor y paisajes naturales que remiten a su Tucumán natal.

Su siguiente trabajo, Bote/Brote (2013) fue editado por el sello peruano Plastilina Records y aquí sus canciones se electronizaron mucho más. Aparecen en un modo despojado con sus respectivas versiones remixadas que funcionarían como prólogo de lo que se vendría en el futuro: un Diosque más tirado a lo bailable, al dance, el rap y el hip hop. Esto se potencia en Constante (2014), editado por el sello chileno Quemasucabeza y Pop Art. En este trabajo, Diosque sorprende con temas tropielectrónicos como “Broncedado” que invitan a bailar hasta que amanezca en medio de teclados y bases de sintes.

En 2016 editó un simple, a modo de adelanto de su nuevo disco que se encuentra en proceso, con dos canciones grabadas en colaboración: “Toca mis huesos”, en donde canta Julieta Venegas y “Viéndolo”, un tema de Los Twist en donde participa la sueca/alemana Molly Nilsson. Diosque habló con ArteZeta antes de su presentación en el festival Music Wins acerca de sus proyectos actuales, de los virajes en su carrera y de la forma en que entiende su obra. En sus propias palabras: “Cualquier cosa puede pasar en mi música, así me va también”.

AZ: ¿Cómo viene la preparación de tu próximo disco?

Diosque: Venimos muy bien, grabando y componiendo. Finalmente no lo sacamos este año justamente porque me convencí de que los temas nuevos que estoy haciendo están mejores, así que me quiero dar tiempo para que quede lo mejor posible. Vamos a estar con el disco en abril y va a ser una piedra pulida pulida a más no poder, una oxigenación. Me resulta interesante la falsa demora. Es inspirador.

AZ: Grabaste con Julieta Venegas y con Molly Nilsson. ¿Qué te aportó compartir con ellas el estudio?

D: Ha sido una experiencia conmovedora grabar con estas dos mujeres. Son artistas que admiro y tengo en mi altar personal, bien arriba. Con Julieta nos conocimos por Twitter. Ella recomendaba mi disco y no tardé en mandarle un mensaje, luego compuse “Toca Mis Huesos” y la grabamos en un viaje fugaz a Buenos Aires que tuvo ella. Con Molly tenemos amigos en común y tocamos juntos varias veces. Fue maravilloso que haya aceptado cantar en español.

AZ: ¿Cómo podrías describir estas nuevas canciones? ¿Notás continuidades, rupturas o ambas cosas con tus anteriores discos?

D: Yo cierro los ojos, trato de mirar en lo más profundo de mí y en lo más profundo de allá para hacer una canción. La hago con toda mi atención, mi interés. Quiero que sea la mejor. Así trato de escribir. Precisamente calculo que será una continuación natural de Constante pero con rock y música lenta. Estamos en el estudio grabando con lo mejor que podemos grabar para luego romper. Así funciono.

AZ: ¿Qué temas te inspiran a la hora de componer?

D: La inspiración no tiene explicación, está abajo de una piedra, en el olor de los caballos, en la cola de un pez. A la hora de crear todo influye. No hay nada específico para hacerlo. Eso sí, las vivencias extremas te sensibilizan aún más y te despiertan inquietudes, como la pérdida, el enojo, el amor.

AZ: En una entrevista decís que “uno como artista tiene que irse de su barrio”. ¿Por qué sostenés esto? ¿Pensás que el hecho de provenir de Tucumán le sumó algo a tu música?

D: Debe ser por eso, calculo que les pasa lo mismo a los que nacen en Buenos Aires, o los que nacen en Brooklyn se quieren ir a Londres y al revés. El ansia del arte está en mostrar y demostrar al mundo un aporte único e irrepetible. Moverse es necesario para trascender.

AZ: ¿Qué diferencias notás respecto a tus trabajos con samples al trabajo en banda? ¿Te sentís más cómodo en alguno de los dos formatos?

D: ¡Se sigue llamando música!, así que no hay mucha diferencia para mí en lo personal. Los que sí cambian son los procedimientos. Ahora que trabajo con banda y productores me siento muy a gusto por la afinidad musical. Es un placer estar rodeado de músicos. Es lo que quiero para siempre. Si pasa eso, solo me tengo que preocupar por respirar. Me siento tranquilo y contenido de esta forma.

AZ: ¿Qué le aporta el vivo a tus canciones?

D: La otra vez pensaba que Constante (2014) se ha transformado en un disco para bailar a partir de que lo tocamos tanto en vivo, pero escuchándolo me doy cuenta de que es una sensación que nos pasa tanto a nosotros como a la gente cuando lo tocamos. Si pones el disco es realmente lento y downbeat. Que haya pasado eso es un fenómeno. Ahora estamos tratando de tocar los temas con alguna vuelta de rosca, pero no dejamos de disfrutarlo. Nos gusta mucho ensayar en banda.

AZ: Has metido géneros como el rap o el hip hop en tus canciones. ¿De qué otros géneros musicales te nutrís para crear tu música?

D: Soy principalmente un amante de la música. No hay género que desprecie. Es más, si en la vida alguien desprecia algo, ese algo va a tener mi atención. Soy un inquieto en ese sentido, escucho todas las músicas, de todos los tiempos, me preocupa no saber más. Cualquier cosa puede pasar en mi música, así me va también (risas).

AZ: Hay como cierta hermandad con Michael Mike y tu proyecto, desde el trabajo con Jean Deon y Marcos Orellana en la producción, hasta en ciertas similitudes sonoras dentro de lo electrónico. Ahora coinciden en el lineup del Music Wins. ¿Cómo lo ves? ¿Notás similitudes musicales y/o afectivas en ambos proyectos?

D: Somos hermanos musicales, nos nutrimos mutuamente y espero que podamos hacer algo juntos ese día. En un principio fue el plan, ya que tocamos uno atrás del otro ese día. Pero calculo que conociéndonos lo decidiremos en el momento. Con Michael Mike no solo compartimos afinidades sino músicos. Son mi salvación. Los admiro, conectados y desconectados.

AZ: ¿Cómo te preparás para el festival Music Wins? ¿Qué sentís al participar del evento?

D: Estamos entusiasmados. Sabemos que es un festival especial y que la gente nos va a conocer, distinto a otros casos, así que eso nos motiva mucho más. Tocar en el mismo sitio que Air es glorioso.//z