Una reflexión que echa por tierra rumores y anuncios fallidos, tras el anuncio de la visita de los Foo Fighters en 2012

Por Mauricio Pérez Gascué

Este fue un año raro para la astronomía en general y la argentina en particular, todo lo que se daba por sabido ya no es como uno creía. Que el cielo de Marte es azul, que los ovnis se dejan ver en Brasil, que caen satélites y nadie sabe dónde (al menos ésta vez no fue sobre la cabeza de una solitaria vaca cubana…), que caen meteoritos y destruyen casas en el conurbano bonaerense, pero sobre todo que la lluvia de estrellas de rock sobre los escenarios argentinos no amaina. Este año las hubo y habrá para todos los gustos de RHCP, a Pearl Jam, de Ringo a Roger Waters, de Guns a Aersomith, de SOAD a los Strokes y son tantas que ya lo de U2, Motorhead, Ozzy y tantas otras casi quedaron en el olvido.

Será verdad que si uno les pide deseos te los cumplen, porque finalmente el cielo nos perdonó. O mejor dicho el que nos perdonó fue Dave Grohl: alguna vez –se dice- habría prometido no volver a tocar en nuestro país debido a la mala impresión que le causó el público local allá por 1992, cuando formaba parte de Nirvana y tocaron en Velez. El maltrato de la audiencia para con las Calamity Jane, teloneras y amigas personales de la mítica banda de Grunge, terminó ofreciendo un concierto raro, con el trío descontento con los seguidores argentinos, y decidieron que éstos no merecían un show digno de ellos. Ni siquiera tocaron “Smell Like Teen Spirit” y sobre todas las cosas, habían hecho méritos para no volverlos a ver sobre un escenario local.

Será que el tiempo todo lo cura, que el cielo se equivocó, o cualquier otra frase hecha que crean pertinente para semejante noticia. Sea por la razón que fuera, después de tantas falsas alarmas (incluido el estreno de su documental Back And Forth en las pantallas locales), en la mañana del jueves nos desayunamos con que Grohl y compañía habían confirmado en su página oficial de Facebook fecha y lugar para su visita a la Argentina: 12 de mayo del 2012 en el estadio Monumental.

Ya podemos dormir tranquilos si el universo nos trae la tan anunciada catástrofe para el solsticio de verano del 2012, porque no nos vamos a morir sin ver tocar a los Foo Fighters en Argentina